"Usted no quiere una guerra fría y yo no quiero una guerra fría. No quiero tener que optar entre Estados Unidos o China, tener preferencia por uno u otro”, dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la firma de una serie de acuerdos bilaterales con su par de Chile, Gabriel Boric. Allí, el mandatario calificó de “guerra fría” lo que sucede entre las dos potencias mundiales y defendió la integración y la multilateralidad.
"Quiero venderle a los dos", dijo Lula, que actualmente está al frente de la presidencia del grupo económico de los Brics (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica) que busca hacerle frente a la hegemonía estadounidense y del dólar. En esa línea, Lula rechazó las políticas proteccionistas y abogó firmemente por fomentar el libre comercio y, en especial, la integración de Suramérica para fomentar el desarrollo de los países de la región.
En ese sentido, el gobernante brasileño recalcó que los países de la región, incluso Brasil, quedan en posiciones "muy débiles" si acuden solos a una mesa de negociación con una gran potencia. "Tenemos que pensar, primero, en consolidar la democracia; segundo, el multilateralismo y tercero, el libre comercio", dijo el presidente brasileño.
Igualmente, Lula subrayó la necesidad de trabajar "con mucha intensidad" en pro de la integración regional, al margen del color político de sus gobiernos.
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“La historia nos enseñó que sólo trabajando juntos podemos salir adelante. Que nadie puede salvarse solo en un mundo que enfrenta grandes desafíos como la crisis migratoria, la crisis climática y desafíos impredecibles como la pandemia de COVID-19 y quizás otros que vendrán en el futuro que desconocemos. Tenemos el deber de trabajar juntos”, sostuvo Boric a su turno.
Por otro lado, Lula sumó que “las relaciones entre jefes de Estado no pueden depender de la amistad. La geopolítica no está hecha de ocasiones, tiene que ser perenne, independientemente de quién es el presidente", tras la firma de una serie de acuerdos para fomentar la integración en materias económica, comercial, agropecuaria y de inteligencia artificial, entre otros campos.
Allí, uno de los principales puntos de la agenda es precisamente el ambicioso proyecto de integración conocido como Corredor Bioceánico, que es planificado desde hace más de una década y hasta ahora no pudo concretarse. Se trata de una red de rutas que, a través de unos 2.400 kilómetros, unirá el sur de Brasil, el Chaco paraguayo y las provincias argentinas de Salta y Jujuy con los puertos chilenos de Antofagasta, Mejillones e Iquique, de modo que se puedan conectar los océanos Atlántico y Pacífico.
La iniciativa tiene un claro interés comercial, ya cuenta con promesas de financiación de organismos regionales y ha despertado interés en China, que en plena guerra arancelaria con Estados Unidos, podría también aportar capitales para su desarrollo.
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Los viajes de Lula a Rusia y China
Según informó la Presidencia brasileña, Lula viajará a Rusia y China en mayo próximo. La primera parada del mandatario será entre el 8 y el 10 de mayo, en ocasión del 80° aniversario del Día de la Victoria –que se conmemora el 9 de ese mes-, que marcó el fin de la II Guerra Mundial con el triunfo del Ejército Rojo sobre el de la Alemania nazi. Allí, además, mantendrá una reunión bilateral con su par, Vladimir Putin, cuando faltan tan sólo algunos meses para la Cumbre de los Brics, que se celebrará en Río de Janeiro en julio.
En tanto, entre el 12 y 13 de mayo, Lula estará en China, en donde se realizará la Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el gigante asiático.