El encuentro de un importante letrista con Gardel que cambió el tango

El poeta y compositor Enrique Cadícamo dejó una huella imborrable en el tango argentino gracias a su colaboración con Carlos Gardel para crear canciones memorables.

21 de abril, 2025 | 19.53

Enrique Cadícamo, considerado uno de los más increíbles letristas argentinos, dejó una huella imborrable en el mundo del tango. Desde Carlos Gardel hasta Roberto Goyeneche, diversos intérpretes hicieron de sus letras auténticos éxitos que aún persisten en la memoria de los amantes del género. Con una trayectoria prolífica y una capacidad única para abordar cualquier tema en sus letras, el poeta y letrista se convirtió en una figura indiscutible dentro del cancionero del 2x4.

Nacido el 15 de julio de 1900 en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, Cadícamo comenzó a frecuentar los cafés culturales y literarios de Floresta a temprana edad. Su talento se hizo evidente cuando, a los 26 años, publicó su primer libro de versos, "Canciones grises", en el que se destacaba la influencia del tango. Este fue el comienzo de una carrera excepcional que lo llevó a escribir otras obras destacadas como "La luna del bajo fondo" y "Viento que llevó y trajo".

Sin embargo, fue en el tango donde Cadícamo encontró su consagración. Su primer éxito fue "Pompas de jabón", con música de Roberto Emilio Goyeneche. Esta letra atrajo la atención de Carlos Gardel, quien grabó el tema en 1925 y estableció una estrecha amistad con el letrista. Luego homenajeó al Zorzal con la letra de "Anclao en París", en la que relató los días del cantor en Francia.

Además, es el autor del último tango que El Morocho del Abasto grabó en la Argentina, antes de emprender su última gira. Se trata del tango "Madame Ivonne", grabado el 6 de noviembre de 1933. Luego, el 7 de ese mes, el cantor abordó de Conte Biancamano para ir a Francia, y de allí a Nueva York, ciudad a la que llega el 22 de diciembre de 1933. Y siete meses más tarde, murió en el trágico accidente en Colombia.

Cadícamo siempre recordó con nostalgia y en detalle el lujo que tuvo por ser autor que más tangos grabó con Gardel, con 23 canciones. En una de sus memorias, el letrista detalló: "El primer dinero que gané escribiendo tangos se lo debo a Gardel. Fue él quien me grabó Pompas de Jabón (1925) y enseguida Yo te perdono, que estaban todavía inéditos".

"La música era de Roberto Goyeneche -tío del después famoso cantor-, un excelente pianista que ya tenía en su haber algunas composiciones. Goyeneche actuaba en el café Iglesias, de la calle Corrientes, y de tanto frecuentarlo para escuchar su orquesta en la que tocaban, entre otros, Pedro Laurenz, Germino y Bernstein, nos hicimos amigos", explicaba el escritor en una publicación del año 1996.

El curioso encuentro entre Enrique Cadícamo y Carlos Gardel que marcó al tango

Sobre el encuentro que marcó su vida y al tango para siempre, Cadícamo repasó: "En ese entonces yo no conocía a Gardel. Sí a Razzano, que vivía en Flores a pocas cuadras de mi casa. Un día Razzano me llevo a un cine de la calle Lavalle, donde cantaba Gardel. Entramos en el camarín en el momento en que comenzaba a quitarse el esmoquin. Al mirarme, notando que quizá mi rostro era más de adolescente que de adulto, lo primero que dijo fue:

-¿Cuántos años tenés? ¿Diecisésis?
Y seguidamente:
– Qué parecido a Navarrine sos…!
Y no terminó de decir eso cuando, con su proverbial tono cachador, agregó:
– ¿A quién le pungueaste la letra de Pompas…?"

Carlos Gardel grabó 23 canciones de Enrique Cadícamo

Tras la prematura muerte de Gardel, Cadícamo formó dúo con Juan Carlos Cobián para dejar otro legado de tangos inolvidables. Temas como "La casita de mis viejos", "Los Mareados" y "Nostalgia" evocaron los recuerdos de la vida pasada y lamentaron lo que pudo haber sido. La amistad entre ambos fue tan reconocida que Cátulo Castillo afirmó que mencionar a Cobián y Cadícamo era sinónimo de una identidad inexcusable.

Además de su contribución al tango, Cadícamo incursionó en el teatro y el cine. Escribió obras como "Así nos pagó la vida", en colaboración con Wally Zenner, y dirigió y escribió películas como "Virgencita de Pompeya" y "Noches cariocas". Su música también formó parte de la película "La fuga".

A lo largo de su carrera, Cadícamo recibió numerosos galardones y reconocimientos, siendo declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1987 y distinguido como Personalidad Emérita de la Cultura Argentina en 1996. Su legado perdura en la historia del tango y su influencia se mantiene viva en la música argentina. Falleció el 3 de diciembre de 1999 a los 99 años, dejando un legado incomparable en la cultura tanguera