El Partido Liberal de Mark Carney ganó las elecciones legislativas celebradas en Canadá, aunque tendrá que gobernar en minoría. Tras conocer su victoria, el Primer Ministro prometió que gobernará "con todos los partidos y todos los territorios y la sociedad civil", en un mensaje pensado para reforzar la unidad nacional. El católico practica de 60 años, casado y con cuatro hijos deberá brindar respuestas y enfrentar diversos desafíos durante su mandato.
"Ganaremos esta guerra comercial", declaró el líder liberal ante una multitud entusiasta en Ottawa, donde advirtió de los días "desafiantes" por delante, debido a los aranceles y las amenazas de anexión de Trump. "Ya superamos el shock de la traición estadounidense, pero nunca debemos olvidar las lecciones", agregó. Su primer reto es sentarse ahora con el presidente Donald Trump y negociar "entre dos naciones soberanas" la nueva relación económica y en materia de seguridad que los dos países tendrán en el futuro.
Carney aseguró que es un momento "bisagra" de la historia y aseguró que la larga relación con EE.UU. "una relación fundamentada en una creciente integración, ha terminado". En esa línea, tras la dura traición, sostuvo que "tenemos que mirar por nosotros mismos y, por encima de todo, cuidar de cada uno". "Hay muchas otras opciones al margen de Estados Unidos para lograr prosperidad para todos los canadienses. Vamos a reforzar sus relaciones con socios firmes en Europa, Asia y otros lugares". "Trazaremos un nuevo camino hacia adelante porque esto es Canadá y nosotros decidimos lo que pasa aquí", subrayó.
"Como llevo meses advirtiendo, Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestro agua, nuestro país. Nunca pasará. Trump está intentando rompernos para que Estados Unidos pueda poseernos. Es momento de ser firmes y abordar esta crisis con la aplastante fuerza positiva de una Canadá unida. Canadá eligió dar un paso al frente, reafirmarse como una nación libre, soberana y ambiciosa y encabezar el camino de la democracia y la libertad", afirmó.
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Más allá de esto, según las agencias EFE y AFP, el de Trump no es el único desafío: Carney tiene también que dar respuesta al profundo descontento de la población canadiense con muchas de las políticas de su antecesor, que han provocado un fuerte aumento del costo de la vida que amenaza la prosperidad de muchas familias, una vivienda inasequible para millones y una inmigración astronómica. Además deberá respaldar con hechos la imagen de unificador que se ha ganado en las últimas semanas y detener las tendencias centrífugas de Alberta, en el oeste, y Quebec, en el este, y que pueden amenazar el concepto mismo de Canadá.
"Sin importar dónde vivan, qué idioma hablen o cómo hayan votado, haré todo lo posible para representar a todos los que llaman hogar a Canadá. Voy a gobernar para todos los canadienses. Todos somos canadienses y mi Gobierno trabajará para todos y con todos", ha reseñado el líder del Partido Liberal, dejando en claro que busca "poner fin a la división y la ira del pasado". Y añadió: "Elegí entrar en política porque sentí que necesitábamos grandes cambios en este país, pero grandes cambios guiados por los firmes valores canadienses -la humildad, la ambición y la unidad-. Son buenos valores. Son los valores canadienses. Son valores por los que lo haré lo mejor que pueda".
En este sentido, Carney reconoció que hasta la fecha "ha cometido muchos errores" y ha adelantado que "cometerá más", si bien ha hecho hincapié en que "se compromete a reconocerlo abiertamente, corregirlos rápidamente y aprender siempre de ellos" con el objetivo de "unir a la fuerza laboral, las empresas y la sociedad civil" para transformar la economía. "La humildad trata también de reconocer que una de las responsabilidades del Gobierno es prepararse para lo peor, no esperar lo mejor", manifestó.
El Nuevo Partido Democrático reconoció la derrota
Según se conoció en las últimas horas, Carney ha ganado las elecciones apenas un mes y medio después de su victoria en las primarias de su partido. Cuando se disolvió el Parlamento en marzo, el Partido Liberal gobernaba en minoría con 152 diputados. La oposición estaba formada por el Partido Conservador (120), el Bloque Quebequés (33), el Nuevo Partido Democrático (24), independientes (3) y el Partido Verde (2).
En este marco, el líder del partido socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), Jagmeet Singh, anunció su renuncia tras verse derrotado en las elecciones federales. Su dimisión, según expresó, se hará efectiva "tan pronto como se elija a un sustituto para que lidere el partido".
"Ha sido el honor de mi vida dirigir el NDP y representar a la gente de Burnaby Central. Quiero felicitar al primer ministro Carney y a todos los demás líderes por una campaña muy reñida. Sé que esta noche es decepcionante para los nuevos demócratas", dijo a través de sus redes sociales. De todas formas, dijo que la derrota "tendrá lugar cuando dejemos de soñar con una Canadá mejor" y se mostró optimista de cara a lo que viene. "Tengo esperanza por nuestro partido, mantengamos la esperanza por encima del miedo", cerró.
Con información de EuropaPress.