El presidente estadounidense Donald Trump confirmó este viernes que el ejército de su país atacó un submarino en el Caribe, sobre el que tenían presuntos datos que indicaban que se trataba de un sumergible involucrado en el tráfico "masivo" de drogas. El secretario de Estado, Marco Rubio, no aclaró si hubo sobrevivientes.
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El mandatario afirmó a finales de septiembre que, tras los ataques contra supuestas lanchas de narcotraficantes en el Caribe, están examinando "muy en serio la actividad" en esa zona y este miércoles anunció que la CIA ya estaba habilitada para realizar operativos encubiertos "por tierra". Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, firmó un decreto para que se declare el "estado de conmoción externa", una situación de emergencia con excepcionalidades que puede ser leido como un paso previo a la declaración de agresión externa que abriría un conflicto armado directo entre ambos países.
"No se trataba de un grupo inocente", justificó Trump
"Atacamos un submarino, un submarino cargado de drogas, construido específicamente para transportar grandes cantidades de droga", dijo Trump al ser preguntado por la prensa en la Casa Blanca sobre la última operación del despliegue militar estadounidense en el Caribe.
"Para que entiendan, no se trataba de un grupo inocente. No conozco a mucha gente que tenga submarinos, y ese fue un ataque a un submarino cargado de droga", agregó.
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Según explicó la prensa norteamericana, el ataque de Estados Unidos fue el jueves por la noche cerca de las costas venezolanas, pero la operación no fue anunciada por Trump en sus redes sociales como acostumbra. El ataque habría sido realizado por el Comando Sur de Estados Unidos. De los cuatro tripulantes que irían a bordo, dos murieron y otros dos quedaron con vida. Se cree que es el primer caso en el que se registran sobrevivientes, aunque aún no existe una confirmación oficial del Gobierno estadounidense ni tampoco se conoce la identidad de los supuestos supervivientes.
Con este ataque ya son seis los abordajes norteamericanos en el Caribe desde agosto, cuando el Comando Sur del Ejército estadounidense desplegó buques y aviones bajo el argumento de combatir el narcotráfico cerca de las costas de Venezuela, dando lugar a una tensión creciente entre Washington y el Gobierno de Nicolás Maduro, que ve la operación como la antesala de un posible ataque contra el país.