Estados Unidos redobla sus ataques a Venezuela y Nicolás Maduro se endurece más frente a la oposición. Por un lado, la administración de Donald Trump anunció el envío de tres buques de guerra a las costas venezolanas y aseguró que esto forma parte de la lucha contra el narcotráfico, mientras que la administración bolivariana decidió el despliegue de milicias al pedido de “fusiles” para campesinos y trabajadores, prohibió uso de drones y amenazó a los extranjeros que lleguen al país. A la par, profundiza su persecución a la oposición de derecha y arremete contra las detenciones también de dirigentes de izquierda, de los cuales incluso algunos han sido parte o simpatizantes de los gobiernos chavistas, a quienes acusa de responder a intereses foráneos.
"El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel del narcotráfico, según la opinión de esta administración. Maduro no es un presidente legítimo. Es un líder fugitivo de este cartel, acusado en Estados Unidos por tráfico de drogas al país", denunció la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al mismo momento que se conocía el envío de buques a las costas venezolanas. Washington aseguró que la administración de Trump usará todo su poder para frenar la llegada de drogas a su país, aunque sigue sin demostrar que el origen o el problema principal de este problema sea Venezuela. En territorio estadounidense mueren al año más de 100 mil personas por sobredosis de estupefacientes.
La administración republicana acusa a Maduro de ser parte del cártel de los Soles y recientemente informaron que suben a 50 millones de dólares la recompensa a quien dé con el paradero o detención del dirigente venezolano. A su vez, se conoció un decreto de Trump para que las Fuerzas Armadas operen fuera de territorio estadounidense en todo lo que el Estado norteamericano considere es parte de la lucha contra el narcotráfico. Esta medida generó temor a posibles invasiones y llevó, incluso, a que mandatarios como la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, saliera a decir que el país del Norte no va a invadir a su vecino del Sur para frenar el flujo del fentanilo.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En todo ese contexto, las interpretaciones han sido varias. Por un lado, algunos sostienen que la intención de Trump es ejercer presión solamente, sin que esto llegue a mayores pero sí mostrando una imagen de combate al narcotráfico. Por otro lado, se barajó la posibilidad de un ataque a una infraestructura petrolera o, incluso, forzar una posible escalada que incluya una intervención de Venezuela o un ataque directo a Maduro.
Por eso, el líder chavista llamó a cuidar la soberanía venezolana y anunció el despliegue de milicias a lo largo del territorio de su país: "¡Fusiles y misiles para la fuerza campesina! Para defender el territorio, la soberanía y la paz de Venezuela. Misiles y fusiles para la clase obrera, para que defienda nuestra patria".
Maduro anunció el envío de 4,5 millones de "milicianos territoriales", aunque desde la oposición rápidamente cuestionaron el número por sostener que es imposible que cuente con esa cantidad de miembros. Lo que se conoce como Milicia Bolivariana incluye, por un lado, a reservistas y, por otro, lo que se conoce como territoriales. A estos últimos convocó ahora el mandatario. Se trata de civiles como jubilados y trabajadores públicos, entre otros. “En la milicia en su mejor momento hubo como un millón de personas 'registradas'. Ni siquiera activas o que fueran a entrenar todos los sábados sino gente que se inscribió en alguna planilla. Maduro no tiene ni 4 millones de votos”, aseguró a El Destape, el sociólogo e investigador venezolano, Damián Alifa, sobre lo que considera un número completamente inflado.
Otro punto que destacó el especialista es la prohibición por 30 días de compra, venta y uso de drones en todo el país que anunció el gobierno chavista. Alifa recordó: “Es interesante que la declaración que más resonó y en la que el Gobierno más se esmeró no fue la del Ejército venezolano, sino la que hizo el DGCIM, la inteligencia militar, junto a la guardia de honor, los escoltas del presidente. La prohibición de sobrevolar drones en el país, yo creo que la hipótesis principal que pudieran estar manejando los militares venezolanos es la de un atentado contra Maduro directamente”. Sin embargo, el académico sostuvo que no cree que eso suceda, pero que esa puede ser el escenario que se maneja en la administración.
¿Izquierda imperialista?
Tras las denuncias de fraude de las elecciones del 28 de julio, fueron una constante las imágenes de detenciones principalmente a dirigentes políticos, artísticos, entre otros, que habían apoyado la candidatura de Edmundo González. Sin embargo, estos arrestos no solo fueron para sectores simpatizantes de la centro derecha o derecha, sino que también incluyó algunos casos de personas que hasta habían sido funcionarios o simpatizantes chavistas. En las últimas semanas, se acrecentaron esas detenciones y también los discursos de Maduro, que van desde acusar a la Fundación alemana Rosa Luxemburgo de financiar a personas que “simulan” ser de izquierda y a otras organizaciones estadounidenses.
“Vinieron como 100 encapuchados miembros de los colectivos que nos emboscaron, nos golpearon, me quitaron el celular, mi cédula de identidad, a las madres les sacaron las carteras y no nos querían aceptar las denuncias”, describió a este medio el psicólogo social, y profesor de Criminología en la Universidad Central de Venezuela, Andrés Antillano. Lo que contó el académico se dio en el marco de una movilización del Comité de Madres en Defensa de la Verdad, que son abuelas, madres, esposas que piden por sus familiares que fueron detenidos en las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales de julio del 2024. Maduro las acusó de ser un comité falso y de defender terroristas.
También se dio en el marco de la detención el pasado 8 de agosto de Martha Lía Grajales, una joven abogada defensora de los derechos humanos. Su detención provocó el repudio en Argentina de Abuelas de Plaza Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre otros, como el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Finalmente fue excarcelada, pero debe enfrentar los cargos de “incitación al odio”, “conspiración con gobierno extranjero” y “asociación para delinquir” que le imputa la Justicia venezolana. Martha, a quien ahora el Gobierno acusa de estar pagada por intereses extranjeros, es reconocida por ser una activista chavista disidente.
Antillano explicó que el ataque lo cometieron los conocidos colectivos -mayoritariamente jóvenes que en manada, en motos y en muchos casos con las caras tapadas y armado realizan juegos perversos como simular que te atropellan-, unos grupos que no pertenecen a ninguna institución estatal pero sí se los considera como una organización paraestatal apoyada por el Gobierno y dispuesta a amedrentar cualquier movilización opositora.
“Al Gobierno le conviene polarizar con la derecha más extrema que pide intervención y sanciones, cualquier alternativa que predomina de despolarización, el Gobierno se ensaña y hará todo lo posible todo el esfuerzo por combatirla”, agregó el académico, quien destacó el coraje de las Madres que pese a que mermaron por temor las protestas en los últimos meses, ellas comenzaron a salir nuevamente a las calles.
“El Gobierno va a arreciar la represión, lo viene haciendo desde el 28, la detención de Martha Lía, una mujer chavista e incluso la detienen, han caído también jubilados, sindicalistas y ahora con más excusa y seguro mucho más paranoia”, agregó Alifa, sobre lo que considera que puede pasar tras el envío de buques de guerra por parte de Estados Unidos. En ese contexto, Antillano sumó otra alerta: “Una invasión de Estados Unidos sería una tragedia para Venezuela y todo el continente. Y paradójicamente significaría el fortalecimiento del Gobierno y la oposición perdería de manera dramática”.
La amenaza de Estados Unidos ya recibió el rechazo de muchos gobiernos de la región como Brasil o Colombia. Se trata de un grupo de países que pese a cuestionar la transparencia de las elecciones también consideran que la crisis venezolana solo la tienen que resolver los venezolanos y no otro país mediante una intervención extranjera.
Como recordó Antillano, Trump ya hizo algo similar en el 2020 en un contexto distinto con la figura de Juan Guaidó. Su estrategia fracasó, pero nadie el mandatario estadounidense es considerado indescifrable para muchos por lo que nadie descarta que cumpla con sus amenazas actuales. Por eso, el temor a una posible invasión ayuda a que no haya fisuras en el Gobierno venezolano y le sirve de excusa para avanzar sobre cualquier movimiento opositor.