Trump avanza contra la oposición y el federalismo para sofocar cualquier resistencia

Tras la rebelión interna en su base electoral y su partido por el escándalo de Epstein y los intentos de Gobierno de esconder toda la evidencia que lo involucra, el presidente de EEUU no duda en cruzar los límites legales para recuperar el control de la discusión política y evitar, como sea, una victoria opositora, en las elecciones de medio mandato de 2026.

16 de agosto, 2025 | 00.05

Mientras Donald Trump busca mostrarse como un pacifista en materia internacional, en su país crece la tensión política y lo acusan de avanzar contra las instituciones. Tras varios días en los que la noticia de la agenda doméstica pasaba por el caso Epstein y la interna dentro del Partido Republicano por posibles conexiones con el empresario muerto acusado de pedofilia, las noticias ahora se volcaron a Texas donde los legisladores oficialistas buscan rediseñar el mapa electoral que podría beneficiarlos en las próximas elecciones o al envío de la Guardia Nacional a Washington DC. La oposición denuncia estas decisiones como un avance contra la democracia y creen que está preparando el escenario para la elección legislativa de medio mandato del 2026.

Rediseñar un distrito

"Tenemos la oportunidad de ganar cinco escaños en Texas. Tenemos un gobernador excelente y gente de calidad en Texas. Además, gané allí", afirmó sin tapujos Trump para referirse a la situación que sucede en ese Estado, conocido como gerrymandering, y que tiene que ver con el rediseño de los distritos electoralmente. Los republicanos buscan modificar ese mapa en lo que podría darle un beneficio de varios legisladores más. Los demócratas lo rechazan y, por eso, hasta llegaron a irse del estado sureño para no dar quórum, voluntaria o de manera forzada. Porque si el oficialismo consigue quórum, tiene los números para aprobar el nuevo mapa electoral.

En Estados Unidos, no hay listas sábanas. Cada diputados se elige por cada distrito que compone el estado. La forma en la que se demarcan esos distritos es una decisión del gobierno estatal conocida como gerrymandering, y en este caso los demócratas acusan a los republicanos de querer dividir regiones que son más favorables a los demócratas, sin contar con un censo nuevo, por lo cual esto le asignaría una cantidad superior al Partido Republicano. De hecho, el espacio opositor amenazó con hacer lo mismo en otros estados para ser beneficiados ellos también, lo cual llevó a una pelea en la que el propio FBI busca a los representantes que se fueron de su jurisdicción.

"Se vienen las elecciones de mitad de mandato de Trump. En general en Estados Unidos los oficialismos pierden diputados en las elecciones de medio mandato y eso es lo que Trump no quiere que suceda. Entonces los demócratas dicen que los republicanos van a rediseñar el mapa electoral de Texas con motivaciones políticas, sin tener en cuenta afinidades demográficas, geográficas. Como no hay una manera única de hacerlo, siempre se presta a manipulaciones políticas. De hecho los demócratas dicen incluso que es racista porque diluye los distritos habitados tradicionalmente por afrodescendientes que quedarían sin representación política", explicó a El Destape, el director de las licenciaturas en Ciencia Política y Gobierno y en Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato de Di Tella, Juan Negri.

El especialista sostuvo que siempre hubo un debate acerca del gerrymandering, pero que en este caso es "más extremo". Afirmó que en el pasado líderes políticos dividieron un bastión que era afín a su espacio para sacar la mayor cantidad posible de representantes y, si era afín a la oposición, lo mezclaban con otro para diluir una derrota. Negri lo ejemplificó con la ciudad de Buenos Aires: sería como sumar en el mismo distrito electoral al barrio de Lugano, considerado un bastión peronista, con Palermo o Recoleta para mermar el voto contrario al oficialismo porteño.

Para cambiar un mapa electoral, como sucede ahora por pedido del mandatario al gobernador republicano de Texas Greg Abbott, se necesita aprobar una ley. Es por eso que hace apenas una semana al menos 50 diputados demócratas se fueron del estado para no dar quórum y de esta manera evitar que se apruebe el nuevo rediseño de los distritos. Sin embargo y pese a que la tensión continúa, en las últimas horas el Senado, con dos senadores demócratas dieron luz verde a este proyecto de ley. Mientras tanto, sin embargo, los legisladores que se fueron son buscados y amenazados con ser detenidos y multados. Además, demócratas de otros estados amenazan con hacer lo mismo que el territorio texano, pero en beneficio de ellos.

Militarizar la capital y los medios

A la par de la situación del gerrymandering y con la mirada en las elecciones de medio mandato, se conoció que Trump emitió una orden para que las Fuerzas Armadas puedan perseguir al narco fuera del país, lo que llevó a que la propia presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tenga que aclarar que Estados Unidos no invadirá México. A su vez, con el argumento de combatir la inseguridad y sacar a las personas que viven en la calle, el presidente envió al menos 800 agentes de la Guardia Nacional, militares en reserva, a Washington DC, la capital, gobernada por la demócrata Muriel Bowser. El hecho encendió las alarmas entre quienes consideran que no había motivos para tal decisión y que además podría replicarse en otras regiones gobernadas por la oposición.

"Se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas del mundo, ¡¡¡pero muy pronto será una de las más seguras!!!", escribió el mandatario en las redes sociales para justificar su decisión, que ya había tomado también en California por las protestas de migrantes que aún continúan. También argumentó que las personas sin techo “ensucian” la ciudad. Rápidamente salieron desde distintos espacios políticos y organizaciones sociales a contrarrestar la declaraciones del presidente con datos que demuestran que el crimen en Washington está en el nivel más bajo de las últimas tres décadas.

"Todo este tema de la militarización de Washington dándole acceso a la Guardia Nacional para tomar un poquito el control de la capital de Estados Unidos es una jugada política de Trump. Desde el punto de vista de la seguridad ciudadana no tiene la menor justificación, las estadísticas tomadas de la base de datos de la policía muestran que los delitos violentos han bajado en un 26% y venía en bajada, está dando de resultado la gestión de la alcaldesa demócrata con la policía local. Lo que busca crear con esto es un desprestigio de la gestión edilicia de una ciudad importante como Washington, después puede venir Chicago, New York, lo hace solo mirando las elecciones medio mandato", afirmó a este medio, el consultor y analista político peruano estadounidense, Javier Maza.

El especialista sostuvo que con el gerrymandering en Texas intentan diluir una posible derrota electoral en 2026, como suele suceder en las elecciones de medio mandato con los oficialismos, y suma otra cuestión sobre la militarización. “Esto es una cortina de humo. Todo este tema que está acaparando titulares es una gran jugada política de un gobierno que está tratando de tapar el caso Epstein, está tratando de ponerlo bajo 20 llaves, que no se vea, que los archivos no se conozcan y eso es esencialmente lo que está haciendo. Es un esfuerzo por borrar de los medios de comunicación el caso Epstein. En conclusión, es una gran jugada política para evitar una derrota electoral y, por otro lado, tratar de borrar del foco mediático político de análisis todo el caso Epstein”, aseguró Maza.

En cuanto al envío de miembros de la Guardia a Washington, que se teme se replique en otras ciudades con dudosos argumentos, el especialista Negri afirmó: “Tiene un significado político que va más allá de la seguridad pública. Varios medios de comunicación estadounidenses interpretan el envío de tropas como un movimiento para debilitar la autonomía de D.C y es también un gesto para proyectar autoridad, que creo que es un gesto intimidante en línea con gestos autoritarios recientes”.

Mientras el mandatario republicano se reúne con Vladimir Putin para negociar por la guerra en Ucrania y busca presentarse como un mandatario que busca la paz, en su territorio frena cualquier movimiento de resistencia a su administración. Incluso el caso Epstein, que había generado una fuerte interna dentro de su partido, por quienes consideran que debía darse a conocer toda la información sobre los nombres de quienes podrían verse implicados en las famosas fiestas que organizaba el acusado con menores de edad.  El gobierno, luego que Trump y su esposa Melania aparecieran en fotos y videos con él, se negó a dar a conocer el material de la investigación y eso desató una rebelión interna. Para muchos observadores, todas las avanzadas contra la oposición que inició desde entonces buscan llanamente cambiar el foco de la agenda y evitar una victoria de los demócratas en las elecciones de medio mandato de 2026.