El caso de Jeffrey Epstein sigue dando qué hablar y provocó un quiebre en los cimientos de la base política de Donald Trump. La fiscal general de los Estados Unidos, Pam Biondi, ratificó la versión de suicidio de Epstein y afirmó que no hay evidencias de que el financiero, acusado de tráfico sexual de menores, tuviera una lista de clientes para chantajearlos. El FBI mismo, que está involucrado en la investigación, adhirió a la versión de Biondi y del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés). Inmediatamente después de eso, el titular de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, pidió a la fiscal que hiciera públicos los documentos del caso, contradiciendo así la postura del propio Trump, quien felicitó a la letrada por el "trabajo fantástico" que está haciendo sobre la investigación alrededor de Epstein. El mandatario se mostró molesto con quienes cuestionan el veredicto de Biondi, a quienes acusó de estar "dando publicidad a archivos escritos por Obama, la 'torcida' Hillary, Comey, Brennan y los perdedores y criminales de la administración Biden".
El tema Epstein volvió a ganar centralidad después de que el magnate Elon Musk, ex aliado de Trump y ex titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración, asegurara que la supuesta lista de Epstein no se estaba publicando porque el presidente norteamericano formaría parte de ella. Desde ese momento surgieron un sinfín de teorías al respecto, que involucran al mandatario. Un sector del Partido Republicano y el Movimiento MAGA, parte fundamental de la base política del asilado en la Casa Blanca, comenzó a exigir que fueran publicados todos los archivos del caso Epstein para develar si Trump era parte o no.
Varias figuras del MAGA salieron a repudiar la resolución de la fiscal Biondi e incluso a pedir su renuncia, como es el caso de Laura Loomer, una de las principales activistas del movimiento ultraderechista. Más de una vez se refirió a la fiscal como "Scam Blondi" o "rubia estafadora". A las palabras de Loomer adhirió también la periodista y activista ultraderechista Megyn Kelly, quien opinó en X: “Como alguien que está bastante conectada con todas las facciones de la base MAGA, no puedo suavizar qué tanta buena voluntad le ha costado Pam ‘Blondi’ a la Administración Trump con su base esta semana. Es una lastra enorme para el presidente Trump”.
El distanciamiento de Mike Johnson con Trump sobre este tema
A poco más de diez días de que Trump promulgara la ley de presupuesto "grande y hermosa", tal como la presentó ante la sociedad norteamericana, y de que el titular de la Cámara baja describiera el hecho como un acto de "belleza de gobierno unificado", Mike Johnson no tuvo pruritos en marcar distancia con el líder republicano. “Estoy de acuerdo con el sentimiento de que debemos difundirlo”, afirmó el parlamentario en una entrevista brindada a Benny Johnson, un podcaster de derecha, la cual se publicó este mismo martes. "Es un tema muy delicado, pero deberíamos exponerlo todo y dejar que la gente lo decida", agregó Johnson en esa misma sintonía.
Sin embargo cuestionó a la fiscal, cuando fue consultado por el comentario que Bondi hizo a Fox News este año, donde afirmó que la lista de clientes de Epstein estaba "en mi escritorio ahora mismo para revisarla". Ante la contradicción de dicho mensaje con la resolución que publicó el lunes alegando la inexistencia de esa lista, Johnson dijo: "Ella necesita presentarse y explicarle eso a todo el mundo".
A todo esto Trump sostiene que se trata simplemente de una confabulación en su contra. "Hace un año, nuestro país estaba MUERTO; ahora es el país más 'caliente' del mundo. Mantengamos las cosas así y no perdamos tiempo ni energía en Jeffrey Epstein, alguien a quien nadie le importa", aseguró Trump ante medios estadounidenses.
El aprovechamiento de los demócratas
Apenas estalló el escándalo, los congresistas demócratas pidieron al DOJ que revelaran "el expediente completo del caso Epstein" para su público conocimiento. "Wow. ¿Quién hubiese pensado que elegir a un violador (refiriéndose a Trump) hubiese complicado la difusión de los documentos de Epstein?”, escribió la congresista Alexandria Ocasio-Cortez en X.
Las tensiones entre el FBI y el Departamento de Justicia
Este asunto despertó una cruda interna entre el Departamento de Justicia y el FBI, la cual se alimenta de acusaciones cruzadas entre los entornos de Biondi y el de Dan Bongino, subdirector del FBI. Del lado de Biondi aseguran que el FBI filtró información a medios conservadores para desacreditar a la fiscal, mientras que el equipo de Bongino culpa a la fiscal por el escándalo en torno al caso Epstein.
Frente a los rumores, el vicefiscal Todd Blanche salió a desmentir la existencia de diferencias internas entre el DOJ y el FBI. Afirmó que trabajó de forma "coordinada" con el director del FBI, Kash Patel, y el propio subdirector Bongino, asegurando que "todos validaron los contenidos y conclusiones del memo" publicado el lunes.
Sin embargo,el escándalo habría llevado a Bongino a considerar su renuncia, según informaron fuentes cercanas a medios como CNN y NBC. Por su parte, Trump mostró fastidio cuando fue consultado por el tema en una rueda de prensa. “¿Siguen hablando de Epstein? Tenemos inundaciones en Texas, tenemos mil cosas, ¿y todavía siguen con este tipo? Es increíble”, dijo el mandatario, visiblemente molesto.
Trump se mostró a favor de que se conozcan todos los documentos de la investigación. Al salir de la Casa Blanca este martes, Trump defendió a Bondi, y la alentó a que publique más información. "Lo ha gestionado muy bien, y dependerá de ella. Cualquier cosa que considere creíble, debería publicarla", aseguró.