El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue atendido este viernes en un hospital de la ciudad de Santa Cruz, y luego trasladado en helicóptero hacia otro centro médico de la ciudad de Natal, capital del estado de Río Grande do Norte, informaron fuentes de su entorno político. Su internación se da dos semanas después de que la Corte Suprema decidiera abrir el proceso para investigarlo en el intento de golpe del 2023.
Según el Partido Liberal (PL), Bolsonaro, de 70 años, sufrió un fuerte malestar estomacal, por lo que fue atendido en primera instancia en un hospital de Santa Cruz. El diputado Luciano Zucco, del PL, confirmó que el exmandatario fue trasladado en helicóptero hacia un centro médico de Natal, la capital de Río Grande do Norte, situada a unos 120 kilómetros.
"Ya está estabilizado", dijo Zucco, y agregó que de todos modos fue "trasladado por vía aérea, en helicóptero, hacia Natal, donde probablemente será internado. "Ya está mejor del malestar que tuvo", explicó el legislador en sus redes sociales.
El líder de la ultraderecha sufrió problemas digestivos recurrentes desde que el 6 de septiembre de 2018, en plena campaña para las elecciones presidenciales de ese año, fue apuñalado en la región abdominal por un enfermo mental en la ciudad de Juiz de Fora. Desde entonces, como consecuencia de ese atentado, pasó varias veces por el quirófano y sufrió diversos problemas en el estómago y el tracto intestinal.
Bolsonaro, se encuentra en el norte del país en el marco de una gira política, en la que busca apoyo para un proyecto de amnistía para condenados en tribunales por participar en el intento golpista del 8 de enero de 2023, cuando fueron asaltadas las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
Por esos mismos hechos, el expresidente responde ante la Corte Suprema de Justicia, que aceptó recientemente las denuncias presentadas por la Fiscalía General, que le acusa de haber sido el mentor del intento de derrocar al Gobierno del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro acusado del intento de Golpe
Hace dos semanas, la Corte Suprema de Brasil dio el primer paso para que se juzgue el rol del expresidente Jair Bolsonaro en el intento de golpe de Estado de 2023 contra Lula Da Silva. Los magistrados decidieron por cinco votos a cero abrir el proceso, después de que la fiscalía imputara a Bolsonaro por liderar una organización criminal que buscó impedir la investidura del mandatario, tras perder las elecciones en 2022. El exmandatario enfrenta una pena de prisión de hasta 40 años y se pueden ver seriamente comprometidas sus aspiraciones de volver a la presidencia.
Al argumentar su posición en la audiencia, el juez instructor reconoció el liderazgo del ex jefe de Estado en la presunta trama golpista y dijo que los hechos fueron descritos "en forma detallada" y "satisfactoria" por la Fiscalía. "Tuvimos un intento de golpe de Estado violentísimo (...) una violencia salvaje, con petición de intervención militar para un golpe de Estado", remarcó uno de los miembros del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes.