La izquierda alemana resurge con el voto joven y desafía a la ultraderecha

En un escenario político marcado por el avance de la derecha y la ultraderecha, el partido Die Linke sorprendió al volver al Parlamento con el respaldo mayoritario de los votantes jóvenes. Con una estrategia centrada en redes sociales y propuestas concretas sobre temas económicos, logró diferenciarse y posicionarse como la principal resistencia al giro conservador en Alemania.

01 de marzo, 2025 | 00.05

En medio del crecimiento de la derecha y ultraderecha en Alemania, la izquierda fue la fuerza más votada por los jóvenes. Si bien los datos que más sobresalieron fueron que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) se quedó con la victoria y que la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD) duplicó su apoyo y quedó en segundo lugar, el partido Die Linke volvió al Parlamento y fue la fuerza más votada entre los más jóvenes, con énfasis incluso en los que iban a votar por primera vez. Qué aprender de este espacio que estaba al borde de quedar afuera y fue una sorpresa, en medio de la búsqueda de poner un freno a la ultra.

"Les digo a todos: no se rindan, contraataquen, resistan al fascismo", afirmó la líder del partido de izquierda Die Linke, Heidi Reichinnek, en un discurso en el Parlamento que se hizo viral con millones de visitas en las redes sociales. La dirigente de 36 años, conocida también como la Reina Roja, cuestionaba la votación en el Bundestag de un proyecto en relación a la migración que llevó adelante la derecha tradicional con el apoyo, por primera vez, de los votos de la ultraderecha. El impacto de ese video fue contundente, allí HR buscaba dejar claro que era el único espacio que estaba dispuesto a combatir a la extrema derecha y salir de la agenda impuesta, vinculada a la migración y la guerra.

Resurrección 

En Alemania, para ingresar al Parlamento se necesita superar el 5% del apoyo. El partido de izquierda que venía de quedar afuera, de malas elecciones europeas y regionales no mantenía demasiadas esperanzas para esta cita electoral. Al comienzo de la campaña, según los sondeos, estaban ubicados en torno al 3%, sin embargo, en las últimas semanas esos números cambiaron y no solo volvieron al Bundestag con el 8.8% y 64 legisladores, el dato más sorpresivo es que lograron quedarse con el voto de la mayoría de los jóvenes de entre 18 y 24%. El otro dato es que la segunda fuerza entre los más jóvenes es la extrema derecha.

“No sé si sacamos una receta especial para combatir a la ultraderecha, pero estábamos por pasar a la invisibilidad política porque si no sacábamos el 5% no entrábamos al Parlamento. 
Lo más importante para nosotros era que la gente pudiera identificarnos con algo concreto porque durante los últimos años había habido tantas peleas internas que la gente no sabía qué queríamos lograr. Un punto importante es estar muy cerca la población, ofrecer servicios, asesoría legal, lograr que vean al partido y sepan qué queremos lograr”, explica a El Destape, el asesor del Área de Política Internacional para el sur global de Die Linke, Ezequiel Pascual.

Es válido recordar que Die Linke venía de una fractura muy importante, cuando el año pasado una de sus líderes, Sahra Wagenknecht, rompió con el partido y creó otro espacio que quedó afuera del Parlamento el pasado domingo. La salida de ella generó dudas de cómo podía posicionarse el movimiento, tras tantas peleas, y debieron reformular la estrategia de campaña. Pascual recuerda que una de las primeras propuestas fue ir puerta a puerta con el objetivo de llegar a 100 mil casas, sin embargo, superaron ampliamente ese número al visitar más de 600 mil hogares para ofrecer sus propuestas.

“Nos enfocamos en algunos temas claros como los alquileres que es relevante acá, los precios básicos, volver a introducir el impuesto a la riqueza, algo que representa al 99% que está abajo y no entrar en los debates de la campaña de la migración. Decidimos no entrar en eso, concentrarnos en los temas que queríamos”, recuerda Pascual, al explicar que decidieron ir en contra de la corriente en medio de un discurso en escalada contra la migración, en el marco de varios asesinatos cometidos por inmigrantes que alteraron los discursos, y con los problemas cotidianos de los sectores con menos recursos. 

¿Hay una clave?

El video de la Reina Roja que pedía resistir al fascismo fue un gran empujón en las redes sociales, especialmente en los sectores más jóvenes en los que ganó la izquierda y también en este caso puede sumarse a las mujeres. Como ha sucedido en otros países, donde son mayoritariamente los hombres más jóvenes y blancos los que suelen apoyar mayoritariamente a la ultraderecha, acá también se encontró con mayor resistencia en la platea femenina. En este caso, dentro de los votantes de entre 18 y 34 años, el 34% del total de ellas apoyaron a Die Linke. 

“Hay mujeres jóvenes muy presentes en la campaña, como Heidi Reichinnek que es muy exitosa en Tik Tok, en Instagram, sus videos tienen millones de vistas. Antes la AfD estaba muy presente en las redes y el resto de los partidos se han olvidado de estar presentes ahí. La fuerte presencia en las redes fue un elemento clave para llegar a los jóvenes y crear más cercanía”, asegura a El Destape, la periodista alemana en Argentina que trabaja para medios como la Deutsche Welle (DW) o la Radio Pública Alemana, Sophia Boddenberg, sobre parte de la estrategia de la izquierda.

A través de las redes sociales, además de tener líderes con decenas de miles de miles de seguidores, también las usaron para poner temas de agenda, como hacer un rap para cuestionar los precios de los alquileres. Además de canciones, videos graciosos y discursos, también usaron esta herramienta para crear aplicaciones, donde los vecinos pueden calcular cuánto gastan en alquiler y en los precios de los productos y acercarse a los legisladores para reclamar un precio justo.

Para Boddenberg, hay al menos cuatro elementos para contemplar la resurrección del partido: además de considerar que el espacio se mostró unido tras la ruptura y un muy buen manejo de las redes sociales, suma dos aspectos más. Por un lado, la periodista destaca los temas que lograron poner en agenda, los cuales considera más cercanos a la clase trabajadora, con espacios que pueden haber conquistado de los socialdemócratas, y por otro, haberle sacado el espacio de los verdes y la juventud al presentarse como un movimiento que realmente promete cambios. 

“Die Linke logró posicionarse como una alternativa al avance de la derecha. Desde el partido dijeron que van a seguir siendo la resistencia al fascismo, mientras que los otros partidos están aceptando el apoyo de la extrema derecha (en relación a la votación en el Bundestag). La CDU, ese partido que era más de centro con Merkel, ahora giró más a la derecha, entonces los partidos que antes estaban en el gobierno se han acercado cada vez más en términos de migración por ejemplo. La izquierda es el único que dice no estamos de acuerdo con esto somos la resistencia a estos avances de la derecha”, concluye Boddenberg sobre la estrategia de la izquierda.

El espacio socialdemócrata que con un poco más del 16% marcó su peor elección, estuvo atravesada por el gobierno de Olaf Scholz que apenas asumió comenzó la guerra en Ucrania. Por lo cual, su administración estuvo marcada por la suba de precios en energía, el temor al conflicto bélico, la migración, además de la ruptura de la propia coalición gobernante que tampoco contribuyó a mejorar la popularidad. Si bien posiblemente el espacio continúe en el gobierno al formar una coalición con la CDU.

En medio del crecimiento de la extrema derecha, que además en el caso de Alemania en algunos casos con militantes con tintes neonazis, y el surgimiento de la pregunta sobre qué hacer para combatir discursos ultraconservadores que amenazan con quitar derechos sociales, Die Linke tuvo un sorpresivo éxito. Si bien no obtuvo un apoyo de las características de la extrema derecha ni logró quitarle votos, en poco tiempo logró una subida importante del caudal, y en detrimento de los centros, con un discurso a contramano del resto: buscó transmitir posiciones claras, ofrecer propuestas concretas, acercarse a la sociedad y se quedó con un electorado clave como es la juventud.