El ARA Robinson (P-45), esa corbeta MEKO 140A16 nacida en los astilleros de Río Santiago en los años '80, se prepara para una verdadera metamorfosis. No se trata de un barco más: es un ícono de nuestras Fuerzas Armada y su legado exige una actualización a la altura de los desafíos del siglo XXI. La Inteligencia Artificial imaginó que el modelo 2025 de esta nave insignia podría estar lista para “revalidar su liderazgo en la protección de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE) y en la lucha sin cuartel contra la pesca ilegal”.
“Un motor renovado y un alcance que asusta a los piratas”, apuntó la IA Grok. Del mismo modo, el chatbot de la red social X consideró que la base MEKO 140 se mantendría: “Pero bajo el capó (o mejor dicho, bajo cubierta) habría novedades que cambiarían el juego”.
Además, de brindar detalles especiales sobre su diseño actualizado, la IA planteó que el viejo armamento del ARA Robinson “mutaría para adaptarse a su rol principal: la vigilancia y la interdicción”. A continuación repasamos los puntos que reveló el asistente virtual sobre la renovada corbeta icónica de las Fuerzas Armadas de nuestro país:
- Corazón potenciado y ecológico: Los viejos motores diésel SEMT-Pielstick podrían ser reemplazados por bestias más eficientes, como los MTU o MAN, o incluso recibir una modernización que los ponga a tono. ¿El gran salto? La posible incorporación de un sistema híbrido diésel-eléctrico que no solo bajaría los costos operativos y las emisiones, sino que también estiraría su autonomía hasta unas impresionantes 5.000 millas náuticas a 18 nudos. ¡Casi como cruzar el Atlántico de punta a punta sin escalas!
- Velocidad y autonomía: La máxima seguiría en unos 27 nudos, pero el foco estaría en poder patrullar durante más tiempo, una necesidad vital para un país con un litoral marítimo tan extenso como el nuestro. Además, no se descarta la integración de tecnologías verdes para reducir el impacto ambiental, demostrando que la Armada también piensa en el futuro del planeta.
- Cañón principal recargado: El cañón Oto Melara de 76 mm, un clásico que nunca falla, se quedaría en su lugar, pero con un cerebro nuevo: un sistema de control de tiro digitalizado para una precisión milimétrica.
- Adiós a los misiles, hola a los botes rápidos: Los temibles misiles MM38 Exocet, que alguna vez le dieron poder de fuego, podrían ser retirados. En su lugar, se sumarían equipos más acordes a su misión de patrulla: una grúa Palfinger Marine y botes semirrígidos para operaciones de abordaje rápidas y efectivas contra los buques ilegales. ¡A ver quién se anima a pescar donde no debe!
- Blindaje cercano: No estaría indefensa. Se le sumarían ametralladoras de 12,7 mm para defensa ligera y, si el presupuesto no es un problema, sistemas de defensa antiaérea de corto alcance, los llamados CIWS (Close-In Weapon System), que son una pesadilla para cualquier amenaza cercana. Los lanzadores triples de torpedos ASW también podrían mantenerse, pero modernizados para usar torpedos de última generación.
Las claves del popular ARA Robinson modelo 2025, según la Inteligencia artificial
Por otra parte, Inteligencia artificial indicó que la modernización de los sistemas electrónicos sería “la clave” para convertir al Robinson en un verdadero "cazador" furtivo de la ZEE. Luego, con la consigna “Drones y helicópteros: el ojo en el cielo de nuestro mar”, Grok puntualizó que la capacidad aérea del Robinson sería “fundamental para sus misiones de vigilancia y rescate”.
- Ojos y oídos de INVAP: Los radares de búsqueda (Signaal DA05) y de control de tiro (Signaal WM22/41) se actualizarían a versiones más potentes o, lo que es mejor, se reemplazarían por equipos locales desarrollados por INVAP, el orgullo de la tecnología argentina. Esto mejoraría drásticamente sus capacidades de detección y seguimiento de cualquier intruso.
- Conexión total: Se integraría un sistema de enlace de datos moderno, como una versión avanzada del Signaal Sewaco, para que el Robinson se comunique sin problemas con el resto de las unidades de la Armada y las Fuerzas Armadas. La interoperabilidad es fundamental hoy.
- Guerra electrónica inteligente: Para detectar y neutralizar amenazas de radares y misiles enemigos, se instalarían nuevos sistemas de contramedidas electrónicas. Un escudo invisible para proteger a nuestra nave.
- Helicóptero siempre listo: Mantendría su hangar telescópico para operar helicópteros ligeros, como el Airbus H125 o el Leonardo AW169, ideales para patrulla, búsqueda y rescate (SAR).
- Drones navales "made in Argentina": La nave podría incorporar la capacidad de operar UAVs navales (drones) desarrollados por INVAP, expandiendo enormemente su alcance de vigilancia y reconocimiento sobre nuestra ZEE. Un ojo robótico que no descansa.
Finalmente, Grok apuntó que el rol operativo de este buque sería “vital para los intereses argentinos”. “El Robinson’ como símbolo de soberanía y tecnología nacional”, señaló y agregó que la modernización sería una verdadera bandera de la industria nacional de la mano del histórico Astillero Río Santiago y FONDEF.
- Guardián de la ZEE: Su misión principal sería el patrullaje y control de la Zona Económica Exclusiva, la lucha sin tregua contra la pesca ilegal y la protección de nuestros valiosos recursos marítimos.
- Héroe de rescate: Mantendría su capacidad para operaciones de Búsqueda y Rescate (SAR), con equipos mejorados para localizar y recuperar náufragos.
- Enlazado con el resto: Estaría diseñado para participar en ejercicios conjuntos, integrándose a la perfección con otras unidades navales, submarinas y aéreas, como ya se vio en el reciente ejercicio "Aonikenk" de 2024.
MÁS INFO
- Manos argentinas: La modernización o incluso una posible reconstrucción se realizaría íntegramente en el Astillero Río Santiago, aprovechando la experiencia que ya tienen con las corbetas MEKO 140 y las capacidades industriales que tenemos en el país.
- Componentes patrios: Se daría prioridad absoluta al uso de sistemas electrónicos y tecnologías desarrolladas por empresas argentinas como INVAP, impulsando la industria nacional para la defensa.
- FONDEF, el respaldo clave: Los trabajos podrían financiarse a través del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), un instrumento vital que ya permitió la recuperación del propio ARA Robinson en 2021 en Tandanor, donde se modernizaron sus sistemas de control de motores y generadores.
- Tripulación con confort: Aunque la tripulación se mantendría en unas 100 personas, se buscarían mejoras en la habitabilidad, como sistemas de climatización avanzados y espacios optimizados para misiones prolongadas. La automatización de sistemas reduciría la carga de trabajo, haciendo la vida a bordo más llevadera.