La Casa Blanca al desnudo: difundieron un chat con detalles de un ataque a Yemen

El escándalo comenzó en los últimos días cuando un alto funcionario incluyó a un periodista en un chat privado del Gabinete de Trump. El Gobierno niega que haya sido información confidencial.

26 de marzo, 2025 | 21.44

La Casa Blanca, dirigida por Donald Trump, quedó al desnudo en los últimos días cuando el editor en jefe de la revista The Atlantic reveló que fue invitado a formar parte de un chat encriptado junto con altos funcionarios del Departamento de Seguridad en donde hablaron abiertamente de ataques militares a Yemen, en Medio Oriente. Aunque el escándalo parece crecer, desde el Gobierno intentan subestimarlo y atacan a los periodistas que dieron a conocer la filtración.

En una primera publicación realizada el lunes el director de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, contó el equívoco y que está en el selecto grupo llamado "pequeño grupo hutí PC" desde el 13 de marzo pasado y dio a conocer sólo una parte de la conversación -por entender que podían poner en riesgo a las Fuerzas Armadas del país- en la que dan detalles sobre un ataque a los hutíes de Yemen, pero este miércoles la revista decidió dar a conocer la conversación completa que tuvieron los altos funcionarios estadounidenses luego de que desde el Gobierno desestimaran el hecho y acusaran a Goldberg de hacer una campaña en contra por ser demócrata.

El escándalo es tal, que los cuestionamientos van desde las filas demócratas, hasta distintos medios de comunicación que exigen explicaciones y, también, la renuncia de algunos de los funcionarios. 

Días después de que se diera la conversación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una campaña de ataques militares a gran escala contra los hutíes de Yemen el 15 de marzo por los ataques del grupo contra el transporte marítimo del mar Rojo y advirtió a Irán, el principal respaldo de los hutíes, que tenía que detener inmediatamente el apoyo al grupo.

Según la legislación estadounidense, puede constituir delito el manejo indebido, el mal uso o el abuso de información clasificada, aunque no está claro si esas disposiciones podrían haberse incumplido en este caso. Pese a que los mensajes, que fueron configurados porel asesor de seguridad nacional Mike Waltz para desaparecer después de un período de tiempo, los funcionarios ya debieron presentarse ante un comité del Senado para testificar.

Qué dijeron los funcionarios de Trump en el chat

El selecto grupo fue armado en la aplicación para mensajería encriptada Signal. Allí, estaban incluidos figuras como el vicepresidente JD Vance; la jefa de Gabinete, Susie Wiles; el director de la CIA, John Ratcliffe; el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz (por él habría llegado Goldberg al chat); su adjunto, Alex Wong; y el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, entre otros.

Allí, se puede leer cómo Waltz encarga a su adjunto Wong la creación de un "equipo tigre" para coordinar la acción de Estados Unidos contra los hutíes. Fue horas antes de que comenzaran los ataques mencionados que Hegseth publicó detalles operativos sobre el plan en el grupo de mensajería, "incluida información sobre los objetivos, las armas que Estados Unidos desplegaría y la secuencia de los ataques". En la conversación publicada este miércoles se pueden ver los detalles de los ataque dirigidos contra los hutíes: hora de la misión, las condiciones climáticas para llevarla a cabo y las bombas que impactarían en el territorio.

"El primer objetivo fue identificado positivamente cuando caminaba a la casa de su novia, el edificio ahora está colapsado", escribió ese día Waltz para informar al vicepresidente. "Excelente", fue la respuesta de Vance que acompañó con emojis de un puño hacia adelante, la bandera de Estados Unidos y un fueguito. A continuación fueron varios los que festejaron.

La cadena también incluye duras críticas a Europa. Allí, los funcionarios debatieron si Estados Unidos debía llevar a cabo los ataques, y en un momento dado Vance pareció cuestionar si los aliados de Estados Unidos en Europa, más expuestos a la interrupción del transporte marítimo en la región, merecían la ayuda de Estados Unidos.

"@PeteHegseth si crees que debemos hacerlo vamos", escribió una persona identificada como Vance. "Simplemente odio volver a rescatar a Europa", escribió la persona, que añadió: "Asegurémonos de que nuestros mensajes son herméticos aquí".

Una persona identificada como Hegseth respondió: "Vicepresidente: comparto plenamente su aversión a la carga gratuita europea. Es PATÉTICO".

La respuesta de la Casa Blanca

La primera reacción de Trump fue desestimar los hechos: "No sé nada al respecto. No soy un gran fan de The Atlantic", dijo Trump. “Es todo una caza de brujas”, dijo este miércoles en el Salón Oval, al anunciar nuevos aranceles a las importación de automóviles. 

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, dijo que el grupo de chat parecía ser auténtico y en un comunicado sostuvo que se encontraban "revisando cómo se agregó un número inadvertido a la cadena".

La vocera presidencial, Karoline Leavitt, fue la encargada de ir al ataque: posteó el nuevo artículo de The Atlantic en la red social X, dijo que no se difundieron “planes de guerra”, que el artículo era una “engaño” escrita por un “odiador de Trump”. Luego, amplió sus ataques contra el periodista Goldberg al afirmar en su habitual conferencia de prensa en la Casa Blanca que estaba registrado como votante demócrata, y también su esposa, a la que además identificó como una “gran donante demócrata que solía trabajar para Hillary Clinton”.

"Saben que fue una manipulación sensacionalista de un periodista conocido por esto. Lo hemos dicho desde el principio, no se discutieron planes de guerra. No se envió material clasificado”, insistió sobre la publicación de The Atlantic

“No hay ubicaciones. No hay fuentes ni métodos. NO HAY PLANES DE GUERRA. Los socios extranjeros ya habían sido notificados de que los ataques eran inminentes. CONCLUSIÓN: El presidente Trump está protegiendo a Estados Unidos y nuestros intereses”, se defendió Waltz en un posteo en redes sociales.