La tasa de niños y niñas pequeñas que sufren desnutrición aguda en la Franja de Gaza casi se triplicaron desde el alto el fuego de principios de año, cuando la ayuda humanitaria ingresaba al enclave de manera fluida, según datos recogidos por grupos humanitarios y publicados por la ONU el jueves.
El informe se publicó justo cuando la distribución de la ayuda está siendo objeto de un intenso debate debido a que en lo que va de la semana murieron más de 50 palestinos por tiroteos israelíes que custodian la entrega de comida. Es que Israel logró debilitar a las agencias de la ONU y las ONGs humanitarias y autorizó solo a una oscura fundación con sede en Estados Unidos y vínculos con el gobierno de Benjamin Netanyahu para que sea la única capaz de entregar ayuda.
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Luego de la ruptura del alto el fuego de dos meses en marzo, Israel bloqueó el suministro de ayuda a Gaza durante 11 semanas, lo que provocó alerta por parte de un monitor mundial del hambre. Israel, que levantó parcialmente el bloqueo desde entonces, controla toda la ayuda que entra en Gaza y acusa a Hamás de robar parte de ella, lo que el grupo militante niega.
El 5,8% de los 50 mil niños tienen desnutrición aguda
Un análisis realizado por un grupo de la ONU y otras agencias de ayuda, conocido como el grupo de nutrición, reveló que alrededor del 5,8% de los casi 50.000 niños menores de cinco años examinados en la segunda quincena de mayo fueron diagnosticados con desnutrición aguda.
Según el análisis, la cifra es superior al 4,7% de principios de mayo y casi tres veces superior a la de febrero, durante una pausa en los combates de la guerra de 20 meses entre Israel y Hamás. No se especificaba la tasa exacta de febrero, ni se decía cuántos niños habían sido examinados. El análisis también informó de un aumento de los casos de desnutrición aguda grave entre los niños, una afección potencialmente mortal que compromete el sistema inmune.
Indicó que los centros para atender las complicaciones médicas derivadas de los casos graves en el norte de Gaza y Rafah, en el sur del enclave, tuvieron que cerrar forzosamente y dejar a los niños sin acceso a tratamientos que pueden salvarles la vida. No indicó el motivo de los cierres, pero muchos centros médicos se quedaron sin suministros, sufrieron daños en la guerra o fueron atacados por Israel, que acusa a Hamás de utilizarlos con fines militares. Hamás niega haberlos utilizado de este modo.
Por otra parte, la organización benéfica Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo el jueves que los médicos de la Franja de Gaza estaban donando su propia sangre para salvar a sus pacientes después de que decenas de palestinos fueron tiroteados mientras intentaban conseguir alimentos.