El papa Francisco fue el primer sumo pontífice latinoamericano y, como jefe de Estado del Vaticano, su vínculo con quienes presidieron la Argentina fue cambiante: si bien nunca visitó la Argentina desde que fue proclamado el 13 de marzo de 2013, siempre se ocupó de mantener un diálogo más o menos fluido con los principales líderes políticos y de estar al tanto -y hasta hacer comentarios públicos- sobre la realidad política, económica y social del país.
Desde que Francisco asumió como Papa de la Iglesia Católica, Argentina tuvo cuatro presidentes: Cristina Kirchner, que ya gobernaba en 2013 y estuvo en la Casa Rosada hasta 2015; Mauricio Macri, entre 2015 y 2019; Alberto Fernández, entre 2019 y 2023, y Javier Milei, quien ganó las elecciones de 2023.
El vínculo con CFK: de la tensión a las sonrisas
A pesar de que como Arzobispo de Buenos Aires mantuvieron una relación tensa y por momentos confrontativa, CFK y Jorge Bergoglio -ahora ya como Pap- tuvieron un vínculo cordial, algunos dijeron muy bueno, y compartieron nada menos que siete encuentros entre 2013 y 2015. El primero fue en Roma el 18 de marzo de 2013, tan solo unos días después de la elección de Jorge Bergoglio como Papa: en aquella ocasión, Cristina le regaló un juego de mate realizado por una artesana bonaerense.
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"Tuvo el agradecimiento mutuo; el mío, por haber recibido la invitación de él para compartir su último almuerzo precisamente antes de ser ungido ritualmente en la ceremonia que se llevará a cabo mañana en la Plaza de San Pedro, como el Papa Francisco; y el agradecimiento de Su Santidad al hecho de que yo viniera a almorzar con él; me asombró mucho este agradecimiento porque obviamente cómo no iba a venir a almorzar. Pero me gustó ese gesto que también remarca un poco lo que es, sin lugar a dudas, uno de sus rasgos distintivos, la sencillez", contó la entonces Presidenta tras el almuerzo.
Volvieron a encontrarse el 28 de julio de ese año en Río de Janeiro, cuando el Papa visitó Brasil. Luego se vieron en el Vaticano, en marzo de 2014; en septiembre, también en el Vaticano y en junio del año siguiente, concluyendo así sus encuentros en la Santa Sede. El anteúltimo fue en Paraguay, en julio de 2015, y el último fue en Cuba, en septiembre de ese mismo año.
La relación con Macri: a cara seria
El 27 de febrero de 2016 fue el primero de los dos encuentros que Mauricio Macri mantuvo con el papa Francisco, ambos ese año y en el Vaticano. Duró solamente 22 minutos y, después de la reunión, el Gobierno expresó en un comunicado: "Durante el encuentro, el Presidente invitó a Francisco visitar la Argentina, donde es esperado por millones de fieles, a lo cual el Santo Padre se comprometió a viajar 'lo antes posible'". Por su parte, el entonces mandatario argentino declaró: "Le comenté mi gran preocupación por unir a los argentinos, dejar atrás los rencores y trabajar en agenda común de futuro para resolver los problemas del país, especialmente la pobreza y el narcotráfico".
La foto posterior al encuentro mostró a un Papa serio, sin rastros de su tradicional sonrisa o de su cotidiana simpatía en el trato personal.
El segundo y último encuentro, que se realizó en octubre de 2016, mostró una imagen más distendida de ambos: duró casi una hora y Macri fue acompañado al Vaticano por parte de su gabinete, además de su familia, que ya había viajado en febrero. "Fue una buena reunión, como yo estimo que siempre hemos tenido entre dos personas que se conocen desde hace mucho tiempo", consideró Macri en una conferencia de prensa que dio tras el encuentro, y agregó: "Fue una larga charla, en que compartimos preocupaciones y hablamos de la actualidad de Argentina y del mundo y de la importancia de la agenda por la paz para que se vayan terminando los conflictos".
El tiempo de Alberto: entre una agenda común y fuertes críticas
El primer encuentro entre el Papa y Alberto Fernández fue el 31 de enero de 2020, antes de que se cumplieran dos meses de gestión de quien había llegado a la Casa Rosada por el Frente de Todos. Fue parte del primer viaje internacional del flamante mandatario. "Los temas sobre los que dialogaron giraron en torno al presente y al futuro del país y se centraron especialmente en la pobreza y en cómo superar la situación de crisis social que recibió el actual gobierno", informó Presidencia después de la reunión en el Vaticano, primera de las dos que mantuvieron.
Poco más de un año después, en mayo de 2021, en plena apertura europea por el Covid, Francisco volvió a recibir a Fernández en el Vaticano, pero el contexto era muy distinto: después de más de un año de pandemia de coronavirus, la gestión de la catástrofe sanitaria fue el principal eje de la charla entre el Sumo Pontífice y el entonces presidente. Además, hablaron sobre las negociaciones por la deuda con el Fondo Monetario Internacional y el Club de París, intensas en aquel momento. "Como siempre hace expresó su idea de apoyarnos en todo", contó Alberto en diálogo con la prensa después de la reunión.
Si bien no volvieron a reunirse como jefes de Estado, sí hubo contactos entre ambos: en abril de 2022, el Papa le envió una carta en la que le contó que imploraba que el Presidente pudiera "trabajar por el bien común y procurar soluciones adecuadas a los problemas" de los argentinos; en enero de 2023, en una entrevista con The Associated Press, Francisco adjudicó la pobreza del país a la "mala administración" y "malas políticas". "Argentina en este momento, y no hago política, leo los datos, tiene un nivel de inflación impresionante", agregó Francisco en esa nota.
Una vez que ya no era primer mandatario, el 15 de enero de 2024, Fernández mantuvo una audiencia con el Sumo Pontífice en el Vaticano. "Hoy visité a nuestro querido Papa Francisco para agradecerle todo lo que ayudó y ayuda a la Argentina. Tuve la dicha de poder escuchar una vez más con humildad sus valiosas reflexiones sobre el presente de nuestro mundo", escribió el expresidente en sus redes sociales.
La era Milei: tras una campaña a puro insulto, se impuso el pragmatismo
La relación entre el actual presidente, Javier Milei, y el Papa arrancó con insultos inéditos por parte del libertario cuando era aún candidato. En la campaña presidencial de 2023, Milei atacó de diversas formas al líder de la Iglesia Católica. Entre otros agravios, lo describió como el "representante del maligno en la Tierra". Como respuesta, una parte de la Iglesia Católica argentina hizo una declarada campaña en contra de él para que su nombre y, principalmente, sus ideas perdieran en las urnas. Fracasó.
Por eso, y pese a la ferocidad de los ataques libertarios previos, el Papa demostró una vez más su estilo pragmático y recibió a Milei en el Vaticano el 12 de febrero de 2024. La reunión duró más de una hora y al Presidente lo acompañaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; la -entonces- canciller Diana Mondino; el -entonces- ministro del Interior, Guillermo Francos; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; el entonces secretario de Culto, Francisco Sánchez, y el embajador ante el Estado de Israel, el Rabino Axel Wahnish.
Unos días antes de su única reunión, Milei había cambiado de opinión y había asegurado que Francisco era "el argentino más importante de la historia". Eso no evitó que, en reiteradas ocasiones, el Papa cuestionara su accionar como presidente: además de haberse reunido con sindicalistas muy críticos del gobierno de Milei, también hizo declaraciones públicas, como cuando en septiembre de 2024 cuestionó la represión a los jubilados.
"Me hicieron ver el filmado de una represión hace una semana. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay: ese gas pimienta de primera calidad. Decían que no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, porque eran comunistas. En vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta", sentenció el jefe de Estado del Vaticano cuando dio un discurso en el marco de la conmemoración de los 10 años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares.