El papa Francisco murió este lunes luego de reaparecer el domingo cuando participó de la misa de Pascuas desde el balcón de la basílica de San Pedro. El Sumo Pontífice permaneció 38 días internado por una neumonía bilateral y recientemente había recibido el alta.
De esta manera, su última aparición pública fue el domingo cuando se lo vio en silla de ruedas para realizar la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, donde hizo un llamado a los líderes políticos. En ese sentido, hizo “un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo”.
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“No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”, expresó ante unos 35.000 fieles congregados en la plaza. “Estas son las ‘armas’ de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte”, subrayó.
En su mensaje pascual, también llamó a todas las partes involucradas en el conflicto de Gaza. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”, pidió.
Los últimos días del Papa Francisco
El Papa Francisco permaneció 38 días internado por una neumonía bilateral y jabía recibido el alta el pasado 23 de marzo, por eso no participo mayoría de las celebraciones por la Semana Santa. En este marco, la misa del Domingo de Resurrección fue llevada a cabo por el cardenal Angelo Comastri. Por su parte, el Papa se limitó a desear una: “Buena Pascua” para todos los fieles. Pero, Bergoglio llegó a visitar la cárcel de Regina Coeli, tradición que adoptó desde 2013 para las ceremonias del Jueves Santo, en la conmemoración de la Última Cena.
“Cada vez que entro en un lugar como este me pregunto por qué ellos y no yo”, reflexionó ante los micrófonos y cuando la prensa local, le preguntó: “¿Cómo está?“. ”Estoy sentado“, lanzó sonriendo. La visita a la cárcel duró aproximadamente media hora y Francisco llegó también a dedicar unas palabras a los reclusos.
“A mí me gusta hacer todos los años lo que Jesús hizo el Jueves Santo, el Lavado de pies, en la cárcel. Este año no puedo hacerlo pero sí puedo y quiero estar cerca de vosotros. Rezo por vosotros y por vuestras familias”, les dijo, según el Vaticano. El papa también recibió brevemente al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de Casa Santa Marta, para un saludo e intercambio de felicitaciones por la Pascua. El encuentro, que duró solo unos minutos, se produjo en un contexto de relaciones complejas entre la Santa Sede y la administración de Donald Trump. Sin embargo su agenda estaba limitada, pero cumplió con sus funciones hasta en sus últimos días.