Los Gobiernos y las empresas europeas reaccionaron el lunes con alivio y preocupación al acuerdo comercial marco alcanzado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociendo lo que se consideraba un acuerdo desequilibrado, pero que evitaba una guerra comercial más profunda.
El acuerdo, anunciado el domingo entre dos economías que representan casi un tercio del comercio mundial, hará que Estados Unidos imponga un arancel de importación del 15% a la mayoría de los productos de la Unión Europea, la mitad de la tasa amenazada, pero mucho más de lo que esperaban los europeos.
Sin embargo, muchos de los detalles del acuerdo no se conocieron de inmediato.
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"Mientras esperamos los detalles completos del nuevo acuerdo comercial entre la UE y Estados Unidos, una cosa está clara: este es un momento de alivio, pero no de celebración", escribió en la red social X el primer ministro belga, Bart De Wever. "Los aranceles aumentarán en varias áreas y algunas cuestiones clave siguen sin resolverse".
Trump dijo que el acuerdo, que incluye una promesa de inversión que supera el acuerdo de 550.000 millones de dólares firmado con Japón la semana pasada, ampliará los lazos entre las potencias transatlánticas después de años de lo que calificó de trato injusto a los exportadores estadounidenses.
Aportará claridad a los fabricantes europeos de automóviles, aviones y productos químicos. Pero la UE esperaba inicialmente un acuerdo arancelario de cero por cero. Y el arancel de referencia del 15%, aunque supone una mejora respecto a la tasa amenazada del 30%, se compara con una tasa arancelaria media de las importaciones estadounidenses de alrededor del 2,5% el año pasado antes del regreso de Trump a la Casa Blanca.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, describió a Trump como un duro negociador y dijo a los periodistas el domingo que era "lo mejor que podíamos conseguir".
Las bolsas europeas abrían al alza el lunes, con el STOXX 600 en máximos de cuatro meses y el resto de las principales plazas también en verde. Los valores tecnológicos y sanitarios lideraban las subidas.
"La tasa del 15% es mejor de lo que temía el mercado", dijo Mohit Kumar, economista de Jefferies.
El canciller alemán, Friedrich Merz, acogió con satisfacción el acuerdo, afirmando que evitaba un conflicto comercial que habría afectado duramente a la economía alemana, impulsada por las exportaciones, y a su importante sector automovilístico.
MÁS CLARIDAD, PERO "NO ES EL FINAL DE LA HISTORIA"
Los ministros del Gobierno francés afirmaron el lunes que el acuerdo tenía algunos méritos, como las exenciones que esperaban para algunos sectores empresariales franceses clave, como el de las bebidas alcohólicas, pero que, sin embargo, no era equilibrado.
El ministro de Industria, Marc Ferracci, subrayó que se necesitarían más conversaciones, que podrían durar semanas o meses, antes de que el acuerdo pudiera cerrarse formalmente.
"Este no es el final de la historia", dijo a la radio RTL.
Las empresas europeas, por su parte, no sabían si alegrarse o lamentarse por el acuerdo.
"Los que esperaban un huracán agradecen una tormenta", dijo Wolfgang Große Entrup, presidente de la Asociación Alemana de la Industria Química (VCI, por sus siglas en alemán).
"Se ha evitado una mayor escalada. Sin embargo, el precio es alto para ambas partes. Las exportaciones europeas pierden competitividad. Los clientes estadounidenses están pagando los aranceles", dijo.
Las acciones de Stellantis subían un 3,5% y el fabricante de piezas de automóviles Valeo se disparó un 4,7%, mientras que el grupo farmacéutico alemán Merck KGaA subía un 2,9%, en una señal de alivio para estos sectores.
Sin embargo, entre las muchas preguntas que quedan por responder está la de cómo puede hacerse realidad la promesa de la UE de invertir cientos de miles de millones de dólares en Estados Unidos y aumentar considerablemente las compras de energía.
No quedó claro de inmediato si se hicieron promesas concretas de aumento de las inversiones o si aún deben concretarse los detalles.
Y aunque la UE se comprometió a realizar compras estratégicas por valor de 750.000 millones de dólares en los próximos tres años, incluidos petróleo, gas natural licuado (GNL) y combustible nuclear, Estados Unidos tendrá dificultades para producir lo suficiente para satisfacer esa demanda.
Aunque la capacidad de producción de GNL estadounidense casi se duplicará en los próximos cuatro años, seguirá sin ser suficiente para aumentar el suministro a Europa, y se espera que la producción de petróleo sea este año inferior a la prevista anteriormente.
A pesar de las persistentes incógnitas, los analistas subrayaron que el acuerdo contribuía a reducir la incertidumbre. Los precios del crudo subían el lunes, al igual que el euro.
"Ahora que hay más claridad, se podría pensar que no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, habrá un poco más de voluntad para considerar la inversión, para considerar las expansiones, y para ver dónde están las oportunidades", dijo Rodrigo Catril, estratega de divisas de National Australia Bank.
Con información de Reuters