El Volkswagen Suran, vehículo que conducía el reconocido cantante Huguito Flores al momento del accidente que le costó la vida, no es solo un auto más en el mercado argentino: se trata de un modelo que se convirtió en símbolo de la practicidad y confiabilidad dentro del segmento familiar.
Diseño pensado para la familia
El Suran se destacó en Argentina por su concepto de monovolumen compacto, con un diseño sobrio pero funcional. Sus líneas se basaban en el Volkswagen Fox, aunque con una mayor distancia entre ejes y un sector trasero alargado que ofrecía un baúl de 440 litros, expandible a más de 1.300 litros con los asientos traseros rebatidos. Este detalle lo convirtió en uno de los favoritos de familias numerosas y viajeros frecuentes, un punto que explica por qué artistas como Huguito Flores, acostumbrados a largas giras por las rutas argentinas, lo eligieron como compañero.
En el plano estético, el Suran mantenía la identidad de la marca con un frontal limpio, ópticas alargadas y líneas rectas que privilegiaban la habitabilidad por sobre el carácter deportivo. Sin embargo, ofrecía versiones con detalles cromados y llantas de aleación que le otorgaban un aire más elegante, acorde con usuarios que buscaban un auto versátil pero con cierta presencia.
Mecánica confiable y accesible
El Volkswagen Suran fue producido en la planta de General Pacheco y ofrecía varias configuraciones mecánicas a lo largo de su vida comercial. El motor más difundido fue el 1.6 litros de 8 válvulas, que entregaba 101 CV y un torque de 145 Nm, asociado a una caja manual de 5 velocidades. En sus últimas ediciones también incorporó un 1.6 MSI de 16 válvulas con 110 CV, que mejoraba la elasticidad en ruta y ofrecía mejores consumos.
Si bien no era un vehículo deportivo, su propuesta pasaba por la robustez mecánica, la facilidad de mantenimiento y la amplia red de repuestos en Argentina, lo que lo convirtió en una opción práctica y de bajo costo operativo. Con suspensiones sencillas pero resistentes (McPherson adelante y eje torsional atrás), el Suran estaba preparado para los caminos mixtos y viajes largos que muchas veces demandaba la vida artística de Flores.
Seguridad en evolución
En materia de seguridad, el Suran acompañó la evolución de su tiempo. Las primeras versiones incluían doble airbag frontal y ABS de serie, algo que en su lanzamiento era un diferencial. Con el correr de los años sumó control de estabilidad (ESP), anclajes ISOFIX y sistemas de asistencia a la frenada, adaptándose a las exigencias modernas.
A pesar de estas mejoras, en su último crash test de Latin NCAP, el modelo obtuvo una calificación de seguridad moderada, lo que reflejaba que, si bien cumplía con lo básico, estaba por debajo de estándares más exigentes. Sin embargo, dentro de su segmento, ofrecía una protección aceptable para los pasajeros y una estructura confiable para los viajes de larga distancia.
Un vehículo que marcó una época
El Volkswagen Suran no solo fue un éxito comercial en Argentina, sino también un auto ligado a historias personales, como la del inolvidable Huguito Flores. Su elección respondía a la practicidad y confiabilidad de un modelo que acompañó a miles de familias argentinas en sus recorridos cotidianos y viajes por el país. Hoy, tras la tragedia que conmocionó a la música popular, este vehículo queda inevitablemente ligado a la memoria de uno de los máximos exponentes de la cumbia.