Fórmula 1 2026: la revolución híbrida que cambiará la categoría

El nuevo reglamento técnico transformará la mecánica de los motores: más eléctricos, menos consumo, nueva refrigeración y combustibles sostenibles para un futuro competitivo y ecológico. 

11 de septiembre, 2025 | 19.17

La Fórmula 1 se prepara para una de las transformaciones más significativas de su historia. A partir de 2026 entrará en vigencia un reglamento técnico que redefine el concepto de unidad de potencia, con el objetivo de mantener el espectáculo, reducir costos y avanzar hacia la neutralidad de carbono. La apuesta combina más electricidad, combustibles sostenibles, nuevas demandas de refrigeración y una potencia que, lejos de caer, seguirá por encima de los 1.000 caballos de fuerza.

Mecánica y arquitectura

El corazón seguirá siendo el motor V6 turboalimentado de 1.6 litros, pero con modificaciones clave. Se elimina el complejo y costoso MGU-H, el sistema que recuperaba energía del turbo, lo que simplifica la arquitectura y reduce costos de desarrollo. En contrapartida, el MGU-K (Motor Generator Unit-Kinetic) se convierte en protagonista: pasará de entregar 120 kW a casi 350 kW, triplicando su aporte eléctrico.

La recuperación de energía cinética en frenada será mucho más agresiva, con una capacidad cercana a los 8 o 9 MJ por vuelta. Este salto significa que la parte eléctrica tendrá un rol central en la tracción, equilibrando la menor contribución del motor térmico.

Potencia combinada

El gran interrogante era si el espectáculo perdería fuerza con un motor térmico menos dominante. Sin embargo, las cifras lo desmienten: la potencia total seguirá superando los 1.000 caballos de fuerza, aunque con una distribución distinta.

El bloque V6 reducirá ligeramente su aporte, pero el incremento del MGU-K asegurará una entrega explosiva de energía. Esto permitirá ver adelantamientos más dependientes de la gestión eléctrica, con mayor protagonismo en las rectas y en maniobras de ataque.

El desafío estará en cómo cada equipo combine el V6 con el sistema eléctrico. La gestión del software, la electrónica de control y la estrategia de recuperación de energía serán tan decisivas como la aerodinámica.

Refrigeración: un nuevo reto

El aumento en la potencia eléctrica trae aparejado un desafío térmico. Ya no basta con enfriar el motor térmico y el turbo: ahora la batería, el MGU-K y la electrónica de potencia también demandan soluciones específicas.

Esto obliga a repensar los sidepods, radiadores e intercoolers, con materiales más eficientes y conductos optimizados. Los ingenieros deberán equilibrar dos objetivos contrapuestos: disipar más calor y, al mismo tiempo, mantener la menor resistencia aerodinámica posible.

Se espera ver autos con diseños de refrigeración innovadores, en los que la gestión del aire y la eficiencia térmica marcarán la diferencia entre ganar y perder.

Medio ambiente y sostenibilidad

La gran apuesta verde llegará con el uso de combustibles 100 % sostenibles. Estos carburantes se producirán a partir de residuos, biomasa o carbono capturado de la atmósfera, sin introducir nuevas emisiones de carbono fósil.

El consumo también se reducirá: de los más de 100 kg habituales a unos 70 kg por carrera, gracias al mayor aporte eléctrico. Además, la FIA impulsa el reciclaje de baterías y componentes críticos para limitar el impacto ambiental.

En conjunto, el nuevo reglamento busca demostrar que la Fórmula 1 puede ser un laboratorio de innovación sostenible sin resignar la esencia que la convirtió en la cima del automovilismo: potencia, velocidad y espectáculo.