La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió a las autoridades húngaras que permitieran la celebración del desfile del Orgullo en Budapest, después de que la policía prohibiera el evento.
En una respuesta en la red social X, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo que la Comisión Europea debía abstenerse de interferir en los asuntos policiales de los Estados miembros, "donde no tiene ningún papel que desempeñar".
La semana pasada, la policía húngara prohibió la marcha LGBTQ prevista para el sábado, alegando una ley aprobada en marzo que establece que la protección de los niños debe prevalecer sobre el derecho de reunión.
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Sin embargo, el alcalde liberal de Budapest y los organizadores del acto afirmaron que la marcha se celebraría a pesar de la prohibición, dado que se trataba de un acto municipal y no necesitaba permiso de las autoridades.
"Pido a las autoridades húngaras que permitan que el Orgullo de Budapest siga adelante sin temor a sanciones penales o administrativas contra los organizadores o los participantes", dijo Von der Leyen en un vídeo publicado en X a última hora del miércoles.
"En Europa, marchar por tus derechos es una libertad fundamental", afirmó.
Orban dijo el jueves en Bruselas que Hungría era un "país civilizado, no nos hacemos daño unos a otros", al ser preguntado por la posibilidad de que la policía dispersara la marcha del sábado por la fuerza
Los críticos consideran que la medida de prohibir el Orgullo forma parte de una represión más amplia de las libertades democráticas de cara a las elecciones generales del próximo año, en las que el nacionalista Orban se enfrentará a un fuerte contrincante de la oposición.
Orban, en el poder desde 2010, se presenta a sí mismo como defensor de los valores familiares y dijo en febrero que los organizadores ni siquiera deberían molestarse en organizar el Orgullo en Budapest este año.
El martes, el ministro de Justicia húngaro envió una carta a varias embajadas extranjeras informándoles de que el desfile del Orgullo era "una reunión legalmente prohibida, cuya organización y anuncio constituye un delito penal punible con penas de hasta un año de prisión según la legislación húngara".
El ministro Bence Tuzson envió su carta a las embajadas un día después de que diplomáticos de Reino Unido, Francia y Alemania y otros 30 países expresaran su apoyo a la comunidad LGBTQ de Hungría y al Orgullo de Budapest.
Con información de Reuters