El Gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, se quejó de que la Cámara de Senadores le rechazara los pliegos de designación de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para que ocupen los cargos vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Llamó al legislativo una "máquina de impedir" y consideró que "no actúa en favor del pueblo, sino que tiene como único fin obstruir el futuro de la Nación Argentina".
La decisión de las y los senadores fue mayoritaria en ambos casos, aún así el Gobierno la "repudió" en un comunicado que difundió a través de las redes sociales de la Oficina Presidencial de la República Argentina (OPRA), un organismo que cabe recordar no existe en la estructura gubernamental.
A la hora de votar sobre la designación de Lijo -cuestionado por múltiples casos de corrupción, a quien no le habían dado la licencia correspondiente para asumir el cargo por decreto presidencial- fueron 43 votos negativos contra 27 afirmativos. En el caso del juez antiderechos García-Mansilla, el rechazó fue más amplio: fueron 51 los votos en contra y sólo 20 a favor. Aún así, mientras el Senado debatía, García-Mansilla se ocupó de estampar su firma en 50 fallos cuya legitimidad deberá resolverse de ahora en adelante.
"Durante el último año los senadores tuvieron a disposición los pliegos de los Dres. Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo, participando en toda instancia del proceso de selección establecida por la normativa vigente. Sin embargo, luego de dilatar la votación durante meses, optaron por priorizar la preocupación por sus causas judiciales y las de sus dirigentes, en detrimento del funcionamiento de uno de los tres poderes de la República", reclamaron desde el Ejecutivo, aunque lo cierto es que el destino de la votación se conocía hacía unos días, sobre todo, desde que en febrero decidió designarlos vía decreto presidencial, una decisión fuertemente reñida con lo establecido en la Constitución Nacional.
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A pesar de ello, el Gobierno nacional decidió victimizarse bajo el argumento de que es "la primera vez en la historia" que el Senado de la Nación rechaza pliegos propuestos por un mandatario "por motivos meramente políticos y no por cuestiones de idoneidad", por ello, aprovechó para retomar el discurso contra "la casta" que buscan instalar: así, se "evidencia una vez más que la Cámara Alta es el refugio de la casta política en el Congreso de la Nación. Convertido en una máquina de impedir, el Senado no actúa en favor del pueblo, sino que tiene como único fin obstruir el futuro de la Nación Argentina", dice el comunicado.
"Es evidente que la politización de la justicia representa una amenaza para la democracia", afirmaron en lo que parece una amenaza.
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"Mientras la clase política anteponga su protección penal y no la normalización del sistema judicial, el derecho a la justicia continuará limitado en la República Argentina", dijeron y afirmaron que Milei -que tomó más de una vez decisiones que van contra la Constitución desde que asumió- "continuará trabajando incansablemente para garantizar la independencia judicial y restaurar la confianza del pueblo en las instituciones, utilizando todas las herramientas que la Constitución Nacional y el voto popular han puesto en sus manos".