Martín Bourdieu, párroco de la Basílica San José de Flores, dijo que recibió "con tristeza" la noticia del fallecimiento del papa Francisco, pero también con "paz", porque cumplió su "misión". Además, contó que el sumo pontífice tuvo hasta sus últimos días contacto con esa basílica, en la que decidió su vocación sacerdotal.
"La recibimos con tristeza, porque lo vamos a extrañar mucho. Pero también con mucha paz, porque sabemos que su misión está cumplida y que realmente deja no solo a la Iglesia, sino a la humanidad entera, un legado inmenso", dijo Bourdieu en El Destape 1070.
El párroco dio su opinión sobre la no visita de Francisco a la Argentina durante su papado. "Se lo usó mucho, se lo maltrató mucho. Cayó en una grieta triste que tenemos los argentinos y fue difícil salir de ahí", dijo y agregó: "Habrá visto que la mejor manera de serenar los ánimos argentinos era quedándose ahí en Roma, pero no lo sé".
El vínculo de Francisco con la Basílica San José de Flores
"El Papa tenía un pensamiento permanente con esta basílica, fue como su casa. El lugar donde encontró su vocación, el lugar que lo vio crecer. Tenía detalles permanentes con nosotros", aseguró Bourdieu, en la previa de la misa organizada por el Arzobispado de Buenos Aires en la iglesia del barrio de Flores.
El párroco siguió: "Cuando estaba internado en el hospital Gemelli, cuando estaba muy grave, dio la orden de que mandaran un óleo que él recordaba que le habían regalado, un óleo de la fachada de la basílica, y pidió que estuviera acá ".
Bordieu también contó que, cuando Francisco cumplió diez años de pontificado, "mandó una imagen muy grande de San José dormido" a la Basílica San José de Flores. "Todo el tiempo estaba preguntando cómo estábamos, qué hacíamos. Estaba con su corazoncito puesto acá en Flores", agregó.