La opción electoral de Provincias Unidas -que motorizaron Juan Schiaretti y Martín Llaryora desde el peronismo cordobés, y Maximiliano Pullaro desde el radicalismo santafesino- que sumó un total de seis gobernadores y que prometía convertirse en polo de atracción para el resto de los mandatarios, sufrió un duro traspié en las elecciones legislativas. Sólo pudo cantar victoria en Corrientes, por margen muy ajustado, pero fueron mucho más sonoras las derrotas en Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Santa Cruz. Desbaratada como opción nacional y debilitada su representación legislativa, tanto los mandatarios de Provincias Unidas como los que todavía no están alineados con el Ejecutivo seguramente se sentirán atraídos por la propuesta de diálogo que lanzó Javier Milei desde el escenario del triunfo. "Podemos encontrar acuerdos básicos", sugirió el Presidente.
En la previa, las encuestas -que de nuevo mostraron su enorme inexactitud- daban como un hecho las victorias de Provincias Unidas en Córdoba, Corrientes y Jujuy, y números peleados en Santa Cruz, Chubut y Santa Fe. Todo lo que podía ir mal, fue mal. Sólo el gobernador correntino Gustavo Valdés salvó la ropa, ganando por apenas un punto la elección a diputados a la modelo libertaria Virginia Gallardo. Los otros gobernadores sufrieron derrotas, en algunos casos dolorosas, como las de Pullaro en Santa Fe e Ignacio Torres en Chubut que quedaron terceros. "En Santa Fe dejamos en claro que el kirchnerismo no es ya una opción", fue el extraño análisis de Pullaro. Provincias Unidas también presentó candidatos en otras distritos, incluyendo a Martín Lousteau en CABA y Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires. Todos tuvieron flojos resultados, pero al menos Lousteau consiguió su banca de diputado.
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En definitiva, la propuesta de Provincias Unidas de presentarse como una opción alternativa a la polarización entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria resultó un fracaso sonoro, que no consiguió siquiera llamar la atención en sus propios territorios. Sumaron algo más de un millón y medio de votos a nivel nacional, algo así como el 7%, similar a lo obtenido por Schiaretti como candidato a presidente en 2023. Habrá que esperar para saber si se mantienen como agrupación y si arman un bloque legislativo propio con las nueve bancas que podrían reunir. Lo cierto es que no aparece como un lugar atractivo para sumarse como evaluaban hacer otros mandatarios que habían integrado Juntos por el Cambio como el sanjuanino Marcelo Orrego y también los de fuerzas provinciales como el salteño Gustavo Sáenz.
Uno de los planteos políticos de la Casa Blanca al gobierno de Milei para asegurar la continuidad de la ayuda económica fue que amplíe su base política mediante acuerdos con la oposición dialoguista, que supo bancarlo bastante en el Congreso durante su primer año de mandato. En el Hotel Libertador, un Milei de traje y corbata y tono más mesurado que de costumbre, dijo estar contento porque en muchas provincias el segundo lugar fue para oficialismos provinciales "que son actores racionales, pro-capitalistas, y a los que uno más uno les da dos", ironizó. "Es por eso que queremos invitar a la gran mayoría de los gobernadores que tendrán representación parlamentaria a discutir en conjunto estos acuerdos. En definitiva, ahora sí podremos traducir en leyes las consignas del Pacto de Mayo", agregó, en referencia directa a los gobernadores.
Es que si a las nueve bancas de Provincias Unidas, se le agregan las 13 de los partidos provinciales, más las ocho del oscilante bloque Encuentro Federal de Miguel Pichetto, el Gobierno contaría con un grupo de aliados que le permitiría manejar la Cámara baja. Para eso tendrá que atender algunas de las demandas que le vienen planteando los gobernadores desde hace rato, que seguramente ahora encontrarán nuevos carriles de acuerdo conforme el contundente resultado electoral. Y no sólo en la oposición dialoguista. Es probable que mandatarios peronistas como el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil vuelvan a prestarle servicios al Ejecutivo, como ya hicieron en el caso de algunos proyectos clave. "La discusión que viene es la del Presupuesto", avisó Milei en una entrevista posterior al triunfo. Deslizó que esa discusión debían reanudarse recién en diciembre, cuando asuma el nuevo Parlamento. Los gobernadores ya están prestando atención a las nuevas señales.
