"Que deje de victimizarse" y "no se trabaja lo suficiente": duros cruces entre el PRO y el larretismo

El macrismo porteño no se hace cargo del ataque a Larreta en la Villa 31 y asegura que el ex jefe de Gobierno no es tan querido por los vecinos. Desde el larretismo desmoronan las promesas de campaña amarillas y denuncian una campaña para desprestigiar al candidato a legislador. El votante confundido y la campaña PRO para encarrilarlo.

06 de mayo, 2025 | 00.05

En la recta final de las elecciones porteñas, el PRO y el larretismo optaron por profundizar la confrontación. Después de que Horacio Rodríguez Larreta fuera increpado en una recorrida por la Villa 31, desde el partido amarillo le exigieron que “deje de victimizarse”. Hubo cruces entre las máximas figuras amarillas y las de Volvamos Buenos Aires en un momento clave para el macrismo, concentrado en evitar la pérdida de votos por la confusión del electorado.

La senadora nacional y segunda en la lista de Larreta, Guadalupe Tagliaferri, contó cómo fue el episodio de este fin de semana, que se viralizó en las redes. Según detalló la ex ministra de Horacio, en todas las recorridas “hay gente que se acerca, que lo saluda, que le pide volver y otra que no le da bola”, pero nunca nadie con malas intenciones. La diferencia fue que el fin de semana se le aproximó “un grupo de militantes, incluso con una bengala de humo amarillo”. El color no fue lo único que llamó la atención del larretismo. La senadora destacó, en FM RE, que las imágenes del momento incómodo fueron subidas a X por “una cuenta de la Juventud PRO tuitera. Es una práctica política que nunca tuvimos en el PRO y claramente viene del conurbano con Jorge Macri”.

No es la primera vez que el larretismo vive un episodio similar. Ya ocurrió en otras ocasiones hasta ahora no difundidas ni denunciadas públicamente. Pero la sospecha siempre es la misma: que el PRO busca provocarle momentos incómodos para perjudicarlo en las elecciones. Cerca del ex jefe de Gobierno aseguran que él puede generar aprobación o indiferencia, pero no odio, razón por la cual no les parece adecuado pensar en escraches espontáneos.

“Claramente hay un cambio” en la estrategia del PRO, porque “dejaron de discutir con el kirchnerismo, con La Libertad Avanza y se están dedicando, hace una semana, a mentir sobre Larreta. Evidentemente tienen miedo”, lanzó Tagliaferri para explicar el por qué detrás de estas presuntas maniobras macristas en su contra.

Desde la Ciudad de Buenos Aires no se quedaron callados. Para el PRO capitalino, Larreta tiene que dejar de “victimizarse y de hacer acusaciones infundadas. Se ve que muchos vecinos de la Ciudad no tienen un buen recuerdo de su Gobierno, por algo perdió en la elección del 2023 en su propio distrito”.

Según una fuente porteña, en la Capital Federal “hay mucha gente, y votante del PRO, decepcionada y enojada con la actitud revanchista de Rodríguez Larreta”, a quien se señaló como un dirigente que quiere “destruir el partido político que le dio todo”.

Para el macrismo porteño, la candidatura de Larreta se transformó en un problema grande culpa de la confusión generada en el electorado. Después de 16 años consecutivos en la gestión, como jefe de Gabinete primero y de Gobierno después, la memoria del votante de la CABA está muy ligada a la figura de Horacio pero, aseguran, la campaña para despejar esas dudas está dando resultados.

La operación amarilla se incrementó después del debate de candidatos, donde Silvia Lospennato prácticamente abrió su intervención con la aclaración más esperada: dijo ser la única postulante del PRO en la Capital, discurso reforzado el fin de semana por Mauricio Macri y por Laura Alonso, entre otros.

El larretismo entró en ese diálogo virulento con el macrismo con la idea de no quedarse callados ante los ataques. Una tradición reciente que inauguró el propio Larreta, el año pasado, con una contestación directa a Javier Milei y que ahora se trasladó a otras figuras políticas. Los más picantes del grupo suelen ser Tagliaferri y Pablo Avelluto, aunque ninguno se queda en silencio.

Pero la campaña de Volvamos Buenos Aires no pasa por la confrontación con el PRO sino por dos conceptos clave, muy similares a los enarbolados por el macrismo: la gestión y el fantasma de parecerse al conurbano. La diferencia está en que Larreta considera que la administración actual no trabaja, y quienes conducen los destinos de la Ciudad aseguran que Horacio no hizo nada en soledad, sino que necesitó de un equipo que hoy continúa activo.

“La historia clínica digital funciona desde el 2016. Las postas digitales para adultos mayores están desde el 2016. Después buscan excusas, dicen que la gente no sabe tirar la basura o mienten, directamente, diciéndote que ya tenés la línea F (de subte) y nadie la encuentra. Es simple, con las 31 líneas de colectivo (que Nación le traspasó a CABA) podrías haber hecho un montón de cosas, pero lo único que se le ocurrió fue pintarlas de azul. Es fue el único anuncio de política pública”, atacó Tagliaferri al gobierno porteño.

La senadora, además, respondió a las críticas amarillas que los señalan como funcionales al kirchnerismo por competir contra el PRO y vinculó el posible fracaso en las elecciones a la falta de gestión. “Lo único que hace que vos no ganes elecciones es que la gente no te apoye porque no laburas bien”.

En ese sentido, al trabajo frenético de Larreta en su época de jefe de Gobierno le contrastó la situación actual y aseguró que “es vox populi que que Jorge Macri no trabaja la cantidad de horas (que tiene que trabajar). Es vox populi que Uspallata está vacío. Todo el mundo sabe que no se trabaja lo suficiente desde la conducción política”.