El papa Francisco murió este 21 de abril luego de una extensa internación de la que había salido airoso. Con él, quedaron mil anécdotas y percepciones de cómo el Sumo Pontífice veía la vida política del mundo, y más precisamente de su amada República Argentina. Mientras estuvo en el Vaticano, vio pasar a cuatro presidentes (Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei). Y sobre el Gobierno de Macri, tuvo una frase crítica muy contundente.
Con Mauricio Macri, el papa Francisco se reunió en dos ocasiones. Sin embargo, tras una de ellas, el Sumo Pontífice decidió opinar sobre "los derechos del hombre" en una época en la que el fundador del PRO recién llegaba a la Presidencia con sus promesas de libre mercado.
"Los derechos del hombre no pueden quedar por debajo de la libertad de comercio", aseguró Francisco, en una clara alusión a las políticas que intentó pregonar Mauricio Macri durante su mandato. Lo cierto es que lo ocurrido, sucedido en 2016, quedó para la posteridad y tras la muerte del líder de la Iglesia Católica volvió a escena.
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Cabe destacar que Francisco también tuvo frases críticas hacia el Gobierno de Javier Milei, con quien se reunió meses atrás luego de que el actual Presidente de Argentina (cuando aún no era ni siquiera legislador) lo tratase como el "representante del Maligno en la Tierra".
Las críticas del Papa en tiempos del Gobierno de Milei
Francisco se había referido a la creciente precarización de la clase media argentina y cuestionó cómo las políticas económicas actuales afectan a los sectores más vulnerables. "Si los movimientos populares no reclaman, no gritan, no luchan, no despiertan conciencias, las cosas van a ser más difíciles", alertó, instando a la organización social para enfrentar la crisis.
A su vez, criticó la exaltación de la acumulación de riqueza como una virtud, sin mencionar directamente a Milei, pero en clara oposición a su visión de la economía. "Acumular no es virtuoso, distribuir, sí", afirmó. En este sentido, también remarcó que "tierra, techo y trabajo son derechos sagrados", reforzando su respaldo a los sectores populares que luchan por mejores condiciones de vida.
Otro de los puntos destacados de su discurso fue la relación entre la corrupción y la presión de los grandes grupos de poder sobre la política. "La cobardía lleva a muchos políticos a cambiar sus convicciones por sus conveniencias", lamentó, en una aparente referencia a la reciente votación legislativa en Argentina, donde algunos diputados habían cambiado su postura en favor del oficialismo.