Los Milei fracturan a la derecha y el peronismo queda obligado a la unidad

El fracaso de Ficha Limpia es parte del plan oficial para aniquilar a los Macri. La mafia y el temor que advierte Cristina en la jugada de Milei. Morales pone a prueba su reinado en Jujuy. El botín de la ciudad y lo que viene en la provincia de Buenos Aires.

11 de mayo, 2025 | 00.05

Estaba en su casa, con un grupo de colaboradores de confianza, y en la pantalla tenía a C5N en mute. Pero cuando vio que el proyecto de Ficha Limpia había fracasado, puso TN de inmediato. Ahí Cristina Fernández de Kirchner vio la cara de Silvia Lospenatto enfurecida y se quedó un rato a observar la indignación a coro. Detrás del show de Javier Milei para atribuirle a la casta el fracaso de la iniciativa del macrismo, Cristina ve a un presidente que teme por su propio futuro. “Lo hicieron en defensa propia”, le dijo CFK a uno de sus hombres de máxima confianza después de la votación. 

La estafa de Libra condiciona a Milei, pero el daño lo puede hacer Mauricio Macri, el enemigo íntimo del ex panelista que conserva un poder envidiable entre la familia de Comodoro Py. En el Instituto Patria, están convencidos de que el presidente no come vidrio y sabe que el grupo de jueces, fiscales y empresarios que orbita en torno a Lago Escondido lo puede extorsionar y meterlo preso. 

Nada es casual. Apenas unas horas después de que 35 senadores votaran en contra del proyecto de la candidata de Macri en la ciudad, Milei volvió a apuntar contra las “repugnantes operaciones” del “infame” Grupo Clarín en el encuentro de Latam Forum. “Se quieren quedar con un negocio de prepo, se quieren quedar con Telefónica de prepo, y cómo eso va en contra de la defensa de la competencia nos quieren someter a carpetazos, mentiras e injurias todo el tiempo", gritó. Había empezado su discurso dos minutos antes y quería que todos lo escucharan. 

Según dicen al lado suyo, la ex presidenta no vivió en ningún momento la iniciativa del macrismo como algo que pudiera condicionar sus pasos a seguir en el año electoral. Sigue decidida a ser candidata a diputada en la tercera sección electoral y está en todo caso bastante más atenta a lo que determine la Corte. Por eso apunta contra Ricardo Lorenzetti. 

En el cristinismo tampoco parecen haberse sorprendido demasiado por el golpe de Carlos Rovira a las pretensiones de Macri. Había antecedentes. En noviembre pasado, cuando el proyecto se trabó en Diputados, los misioneros no dieron quórum. En febrero, cuando se aprobó en la cámara baja, firmaron el dictamen en disidencia y después votaron divididos con una ausencia y el voto en contra de la diputada Yamila Ruiz. Desde hace dos meses, Rovira resiste en Misiones la intervención al PJ que decidió Cristina por considerar al peronismo provincial una subsidiaria de Milei. 

Las acusaciones del ex empleado de Eduardo Eurnekian contra “los amarillos” en el encuentro organizado por el financista Dario Epstein dejan en claro la estrategia. La Libertad Avanza tiene como principal objetivo aniquilar al PRO y a la familia chica de su fundador. Aunque no lo diga, Cristina tiene intereses convergentes con esa pretensión: asocia al ex presidente con la mafia del lawfare. 

Después de haber tenido una oportunidad inédita en el poder, Macri se quedó solo en tiempo récord y hoy casi nadie le responde. Es capaz de reunir en su contra a dirigentes que están en las antípodas. Milei, Cristina y hombres de poder que conocieron mucho al ex presidente como Enrique “Coti” Nosiglia podrían suscribir a una misa frase: “Hay que cuidarse de los Macri”. Elisa Carrió se lo dice en la tele: “Mauricio, no sos el campeón de la transparencia. Tu familia no puede hablar de corrupción”. 

El ingeniero es el único vetado en el esquema que conducen los hermanos Milei. Hasta Juliana Awada podría ser aceptada. En el oficialismo y el PRO violeta circula cada vez con más fuerza una hipótesis que responde al plan del gobierno. Lo que viene, dicen, no es un acuerdo entre partidos sino un pacto de LLA con los macristas en fuga. Recuerdan 2013, un antecedente traumático para Macri, cuando Sergio Massa lo ninguneó y el ingeniero tuvo que aclarar en Radio Mitre que él en persona había acordado con el entonces intendente de Tigre para ganarle al kirchnerismo en provincia de Buenos Aires. Esa vez, Soledad Martinez, Gladys González y Cristian Gribaudo fueron los delegados de Macri en la lista de Massa. En este caso, piensan, ni siquiera va a haber acuerdo. Diego Santilli y todos los de su especie, anuncian, van a terminar con un salto olímpico. Regalados, de acuerdo a la taxonomía del karinista Sebastian Pareja. Santilli enmudeció, pero a su lado repiten un mantra: no hay que dividir el voto antikirchnerista. La réplica podría ser una pregunta: ¿quién propicia esa división? Y tiene respuesta. La gran hermana.

Todo depende de lo que pase la semana que viene en la elección de la ciudad de Buenos Aires, donde los Macri se juegan su supervivencia, pero el gobierno nacional también arriesga. Por decisión de la hermana del presidente, que expulsó a Ramiro Marra, Manuel Adorni compite con la misión principal de ganarle a Lospennato y desatar un efecto puerta 12 en el macrismo porteño. 

Mientras el riesgo país no baja ni con el blindaje del FMI y la plata no alcanza, Karina Milei apuesta a la máxima pureza para extremar posiciones y quedarse con el monopolio de la derecha. El manual, que desoye la postura de Santiago Caputo, viene de fracasar en Santa Fe, donde KM vetó el acuerdo con Amalia Granata y Nicolas Mayoraz quedó tercero detrás de Maximiliano Pullaro y Juan Monteverde. El experimento puede llevar a que, como vaticinó Macri al lado de Lospennato, las elecciones porteñas las gane Leandro Santoro. 

Tras el fracaso de Cambiemos y la irrupción de LLA, el bloque del antikirchnerismo histórico se dividió en cuatro en la ciudad. Las candidaturas de Adorni, Lospenatto, Marra, Horacio Rodriguez Larreta y la radical Lula Levy lo confirman. Las sospechas y acusaciones se repiten. En la interna de la extrema derecha, el menemismo de Karina señala a Caputo como financista del proyecto Marra, el legislador que sondea una aparición en la última semana de campaña en una villa de la ciudad. En Uspallata, acusan a Larreta de tener un acuerdo con el consultor a través de su socio y jefe histórico, Rodrigo Lugones. El escenario parece diseñado para lograr lo que parecía imposible, una victoria de lo que alguna vez se llamó kirchnerismo. “Si no ganan ahora, no se presenten más”, le dijo Cristina a Juan Manuel Olmos.

Salir terceros en lo que fue durante 18 años la zona franca del PRO sería algo muy parecido al ocaso de los Macri. Como un condenado, el ingeniero da muestras de desesperación. En la última semana, hasta pidió que lo entrevisten medios a los que nunca fue en su vida. Si el PRO termina tercero ahora, será imposible entender por qué Jorge Macri decidió desdoblar. En octubre a Mauricio solo le quedaría ser candidato a senador para enfrentar a algo peor que un cascarudo: Patricia Bullrich, la ministra mutante que él proyectó alto y ahora se excita con aniquilarlo. Macri, que estaba embobado con Milei hace dos años y negaba que fuera “un payaso” en las reuniones con empresarios de su máxima confianza, ahora podría ser lider de los arrepentidos de Milei.

El agotamiento del macrismo termina con Jorge, considerado por el poder porteño un mal gerente. Pero Larreta, el todoterreno que se hizo cargo de la gestión durante 16 años, hoy parece un paria en el distrito que soñó como su trampolín nacional. Mucho mejor le va a su ex compañero de fórmula, Gerardo Morales. El ex gobernador radical sigue a cargo del poder en Jujuy y este domingo pone en juego parte de su capital ante LLA, que lleva a un ex funcionario suyo -Kevin Ballesty- como primer candidato a legislador provincial. 

Milei no viaja a las provincias: concentra sus energías en lograr el streaming más largo de la historia de la humanidad. Pero el asesor Caputo envió sobre el final de la campaña jujeña al Gordo Dan y Agustin Romo. Se verá si alcanza con el apodo de “Inmorales” para ganarle al último caudillo radical. Después de un mes en China, donde se lo vio en Beijing y Shanghai acompañado por empresarios con intereses en energías renovables, Morales volvió a la provincia para armar las listas del oficialismo y fogonear infinidad de colectoras. Promotor del parque solar Cacharí con financiamiento chino y autor de una reforma constitucional que aprobó entre balazos, el radical que se entendió bien con una parte del FDT hoy se mueve como lobbysta y poder en las sombras. Atenta al proceso electoral estarán los gerentes de la minera más grande del mundo, la angloaustraliana Río Tinto, que lleva adelante el proyecto de litio Olaroz en Jujuy.  

Morales no se deja ver pero instaló su búnker en el Barrio Higuerillas, a 7 kilómetros de San Salvador, para recibir a toda la dirigencia de su provincia. El ex presidente de la UCR tiene a su hermano “Freddy” como interventor y jefe de gabinete en el gobierno de Carlos Sadir. Morales también recibió la visita discreta de Rubén Rivarola, el peso pesado del PJ que fue su socio principal en el poder y, tras el indulto de Cristina, armó una lista con La Cámpora y el partido de Juan Grabois que encabeza Noemi Isasmendi. Dividido, el peronismo también presenta a Carlos de Aparici, un dirigente que responde a la senadora Carolina Moises, una enemiga de Rivarola que se alejó de Cristina, votó por el RIGI y terminó en la costa de Milei por las gestiones de Raul Jalil. Por fuera de todo ese esquema, está el Frente de Izquierda, que compite con Alejandro Vilca, el diputado nacional que obtuvo 25 de los votos en las elecciones nacionales de 2021. Entre la apatía, la bronca y un enojo con la dirigencia que ahora incluye a Milei, las provincias representan un test importante para el gobierno.

En guerra contra el periodismo que no le gusta, Milei disfruta de un entramado propio en el que consultores y dueños de medios montan una plataforma de enorme potencia. Es una nueva generación que amaneció en el poder con Macri y, gracias al fracaso del peronismo de la unidad, volvió en tiempo rápido a facturar a lo grande. Los libertarios se fundieron con ellos en un mismo experimento sin cerrarle la puerta a los garrochistas del establishment. Telefónica no pudo ser, pero mientras tanto los empresarios bien considerados por el gobierno se quedaron con dos importantes radios FM. 

El 19 de mayo, tras el resultado de la ciudad, unos y otros van a redefinir estrategias con eje en la provincia de Buenos Aires. En el peronismo la tensión persiste, pero la unidad parece cada vez más cerca. La orden de Cristina es apoyar el pedido de endeudamiento por 1045 millones de dólares que hizo Axel Kicillof a la Legislatura. Pero reclama un acuerdo que no se agote en las listas e incluya un discurso común para explicarle a los bonaerenses por qué hace falta un voto al peronismo en este momento. Para la ex presidenta, la unidad es clave para obtener un buen resultado en las elecciones desdobladas y nacionales. Sin embargo, su pronóstico es el de una batalla complicada debido al ahogo financiero que sufre la provincia por parte de Milei. De eso se habló en una reunión que CFK tuvo con intendentes del conurbano el viernes pasado en el Instituto Patria: no solo había camporistas de la tercera sección electoral, también algunos de mucha relación con el gobernador. Allí, se anunció que el martes Alberto Descalzó va a declarar Ituzaingó en emergencia económica. Es el primer municipio del conurbano, bastión histórico del PJ, que se asume con ese nivel de asfixia. 

El contexto es de orfandad y la fortaleza de Milei es la alternativa que no termina de aparecer. Se demanda algo distinto a lo que ya se sabe agotado y sin atractivo. Aunque en su delirio Milei haya decretado en Latam Forum el fin de la explotación, su gobierno incrementó el pluriempleo y la intensidad laboral. En el paro tardío de la UTA, los colectiveros confesaban que hoy completan su sueldo haciendo horas extras como choferes de Uber. 

De acuerdo al informe sobre empleo privado de la organización “Futuros Mejores”, Argentina asiste a la polarización del empleo, un mosaico astillado donde se extingue la calificación media que permitía la movilidad social y crecen los extremos de la escala laboral. Por un lado, empleos de muy alta calificación como programadores y científicos de datos. Por otro, empleos de baja calificación y alta precarización como repartidores y moderadores de contenido. Cómo hablarles de una alternativa a la vida que llevan es parte de los desafíos de la oposición