El Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Lomas de Zamora dictó este miércoles una dura sentencia contra el sacerdote Daniel Amado Martín Bustamante, de 47 años, quien fue condenado a nueve años y medio de prisión. La sentencia, veloz y casi ejemplar, es porque se probó que abusó a una joven de 18 años que asistía a la parroquia Nuestra Señora de Fátima, ubicada en también en la localidad de zona sur.
MÁS INFO
La denuncia contra Bustamante, explicaron, no fue instantánea, sino que confirmó una verdad inobjetable; que las víctimas hablan cuándo y cómo pueden. En este caso, la víctima (F.G) se comunicó primero con la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos en Argentina en diciembre del 2022 y, gracias al apoyo de la comunidad y de la asistencia psicológica, pudo denunciarlo en abril del 2023.
“Fue un proceso, para lo que estamos acostumbrados, con una justicia muy operativa y muy respetuosa”, relató a El Destape Liliana Rodríguez, psicóloga acompañante de la red, quien explicó que la causa fue tomada en primera medida por la fiscal de Lomas de Zamora, Marcela Juan, durante la instrucción, y luego durante el juicio por Hugo Carrión. Inmediatamente se tomaron medidas de allanamiento yse detuvo al sacerdote, que estuvo preso hasta hasta el juicio realizado la semana pasada.
La encargada del organismo comentó que una de las acciones que hacen, y que es más efectiva, es encender las alarmas en las redes. “Ponemos, en este caso, ‘alerta Lomas de Zamora, denuncia por abuso’, además de la fiscalía que lleva la causa e invitamos a tomar contacto a toda aquella persona que tenga algo para comentar o que haya vivido una situación referida a esta persona, al denunciado, o simplemente que comunique en forma reservada con la red”, indicó.
En este caso, aseguró, hubo muchísima comunicación con la red, que informó inmediatamente a la fiscalía. Rodríguez relató: “Presenté un informe, porque la que toma las entrevistas soy yo, con quienes se habían comunicado, los nombres para que fiscalía las pueda convocar. Es un depredador, estos testimonios dieron cuenta de, por lo menos, 10 años de abuso sostenido”.
“En diferentes parroquias, en diferentes lugares, mujeres que no se conocían entre sí”, explicó la psicóloga y señaló que “quedaba claro el perfil del denunciado y el modus operandi".
Varias denuncias más
La representante de la red aseguró que una vez preso Bustamante, se animaron otras mujeres a hablar y así se llegó a juicio rápidamente. Estaba planteado para octubre, inicialmente, pero se trasladó a febrero. En el juicio llegaron a declarar ocho testigos, además de Rodríguez, en condición de testigo de concepto, donde relató el ingreso de F.G a la red y todo el recorrido que ella hizo, tanto en lo grupal, en su denuncia y qué huellas emocionales se vieron en este acompañamiento.
“Este caso fue paradigmático para nosotros, para la red, en el sentido de que es una de las pocas causas que hay tantos testigos, porque en general este es un delito que se comete sin testigos”, detalló Rodríguez y agregó: “acá fue la recurrencia del delito. No es que había alguien presente cuando le pasaba a otra persona, es pasaban cosas similares en distintos lugares, en distintas parroquias, porque recorrió como tres o cuatro”.
La defensa, el encubrimiento y la justificación
“El año pasado Bustamante dio su última misa un Miércoles de Cenizas, y finalizó asegurando que es inocente”, señaló la referente de la organización y explicó que la defensa se basó en sostener que el sacerdote y la joven eran novios, “que estaba enamorado, que hubo consentimiento, mientras que la postura de fiscalía fue que no se puede hablar de consentimiento cuando hay una asimetría de poder tan absoluta”, amplió.
Para la justicia y la red, remarcó, como es "un 'representante de Dios en la Tierra' que lo avala una institución milenaria, misógina, con una joven, hay una asimetría de poder. Para que haya consentimiento tiene que haber dos cosas: voluntad y deseo bilateralmente de ambas personas. Acá había asimetría de poder y no estaba ni la voluntad y ni el deseo de la sobreviviente”. .
Sin complicidad, no hay abusos
La red, según Rodríguez, es muy clara en el concepto de que “a cada cura abusador le corresponde un obispo encubridor”, y enfatizó que “esto se ve en todos los casos, y en este pudimos escuchar testimonios de 10 años sostenidos, es imposible que no se haya enterado”.
El fallo dice: "Condenar a Daniel Amado Martín Bustamante a 9 años, 6 meses de prisión, accesorias legales y costas de proceso, por ser autor penalmente responsable del delito de hecho. Uno: abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido por ministro de culto. Dos: abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal agravado por haber sido cometido por un ministro de culto reiterado. Todos ellos en el contexto de violencia de género”.
Sanar las heridas de forma colectiva
Emanuel, uno de los integrantes de la red y víctima de abuso, en diálogo con El Destape explicó la importancia del avance de las causas ya que ayudan a seguir adelante al grupo en su conjunto. “Yo soy denunciante de Raúl Eduardo Nebbia, catequista, ministro de la eucaristía y referente parroquial de Quilmes, que abusó de mi en los años 2012 y 2013, por un periodo no menor a un año y medio”, relata sobre su caso.
El joven explicó que empezó a perfilar la denuncia 10 años después de haber sido abusado, y “todo en medio de terapia de acompañamiento, de silencio, con mucha vergüenza, con mucha culpa, como si lo que pasó hubiese sido culpa mía”.
Uno de los detalles más importantes, es que Emanuel entró en la red luego de haber visto una publicación de denuncia a Bustamante. “Lo que pasó ayer con su condena para mí toma una especial relevancia, porque gracias a la denunciante de Daniel Martín y a la difusión que le dio la red yo pude tomar contacto con ellos y ser acompañado”, destaca.
Asimismo, reflexiona: “Si no hubiese sido por esa denunciante yo no me hubiese enterado de la existencia de la red. El hecho de que mi causa esté un poco trabada no implica que todos nos comprometamos con la causa de todos y eso realmente es sanador, porque escuchamos las audiencias de todos”.
“Ayer por ejemplo estuve en el momento F.G recibió la noticia de la condena, y fue sanar la herida propia. Es comprometerse con la historia de otros, aunque el propio juicio este medio trabado, las causas de otros no movilizan y también son nuestras causas”, concluyó.