La Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona lleva adelante una investigación para determinar por qué María Branyas Morera, una de las personas vivas más longevas del mundo, llegó a la edad de 117. La mujer había realizado el pedido de ser estudiada antes de morir.
Morera se lo había pedido al doctor Manel Esteller, catedrático de genética de la Universidad, quien junto con un amplio grupo de colegas cumplieron la última voluntad de la mujer y se ocuparon de examinar su sangre, su saliva, su orina y sus heces con el objetivo de comprender por qué vivió tanto tiempo.
Esteller, también responsable del grupo de Epigenética del cáncer en el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, determinó que “María tenía células que parecían más jóvenes de lo que era ella”.
Ella era residente de la ciudad catalana de Olor y murió en el último verano español (invierno 2024 en Argentina). Según el artículo publicado hace unos días en la revista científica Cell Reports Medicine, María se cuidaba: seguía una dieta mediterránea, no fumaba ni bebía, y hasta principios de la década de 2000 caminaba una hora diaria, luego se volvió difícil hacerlo.
Además, los investigadores aseguraron que "ganó una lotería genética", lo que podría predecir por qué fue longeva. Se tratan de unas variantes genéticas que "protegen contra factores de riesgo comunes, como los niveles altos de colesterol, la demencia senil, las enfermedades cardíacas y el cáncer", según el estudio citado por The New York Times.
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¿Por qué vivió tantos años la mujer más longeva del mundo?
Los investigadores explicaron que "los microbios que vivían dentro y en la superficie del cuerpo de la señora Branyas, o su microbioma, se asocian con bajos niveles de inflamación".
También presentaba niveles extremadamente bajos de colesterol “malo” y triglicéridos, y niveles muy altos de colesterol “bueno”. Ambos factores ayudan a explicar su excelente salud y extrema longevidad.
El análisis del genoma de Branyas también reveló la presencia de variantes genéticas poco comunes, vinculadas a la longevidad, la función inmunológica y la protección tanto del corazón como del cerebro. De todas maneras, los investigadores no detectaron signos de envejecimiento, como telómeros muy cortos y un sistema inmunitario con tendencia proinflamatoria.
También encontraron características que contrarrestan estos efectos. Según los marcadores, destacan bajos niveles inflamatorios, un microbioma intestinal dominado por bifidobacterias beneficiosas y una edad biológica inferior a la cronológica. Además, aclaran que los telómeros protegen el material genético y los más cortos se asocian a un mayor riesgo de muerte.
"Los microbios que vivían dentro y en la superficie del cuerpo de la señora Branyas, o su microbioma, se asocian con bajos niveles de inflamación", precisó el investigador. "El microbioma contenía en gran cantidad un tipo de bacteria beneficiosa, la Bifidobacterium, cuyo crecimiento puede ser estimulado por bacterias presentes en el yogur. María consumía tres yogures al día", explica el artículo.
Quién fue María Branyas Morera, la mujer más longeva del mundo
María nació en la ciudad de San Francisco en 1907. Sus padres eran españoles, pero había viajado a Estados Unidos por trabajo. Cuando tenía 8 años, murió su padre y ella junto con su madre regresaron a España.
A lo largo de su vida presenció muchos acontecimientos históricos. Se casó joven y tuvo un hijo -que murió a los 52 años- y dos hijas, que tienen 92 y 94. Además de realizar un análisis genético, encontraron que varios de sus familiares fallecieron por causas comunes, como el Alzheimer, un accidente, cáncer, tuberculosis, insuficiencia renal y cardiopatía.
La mujer vivió de manera independiente hasta el 2001, ya que desde entonces las dificultades para caminar la obligaron a ingresar a una residencia para ancianos.