Existe una postura de yoga que es ideal para desinflamar el vientre y regular el estrés. Si ya te cansaste de hacer abdominales o querés un ejercicio diferente para trabajar tu área abdominal y conseguir un vientre más plano, el yoga puede darte la solución que necesitás. Esta práctica ancestral no solamente tiene beneficios para la salud física, sino también para la mental.
Cuando pensamos en tonificar el abdomen, la mayoría de las personas se imagina que hay que hacer series interminables de abdominales. Sin embargo, el yoga también puede ser un gran aliado en este objetivo. Existen posturas específicas que fortalecen intensamente la zona media del cuerpo, llamada core. Un ejemplo claro es Navasana, más conocida como la postura del barco.
El maestro de Ashtanga Yoga Sharath Jois dijo en una entrevista para el canal de YouTube de Sonima que “25 respiraciones en navasana equivalen a 100 abdominales”. Para él, la clave está en la técnica y la respiración, que son las que hacen realmente efectivo este ejercicio isométrico. En la práctica, esto no solo activa los músculos profundos del abdomen, sino también los flexores de la cadera, la espalda, el suelo pélvico e incluso los glúteos.
Además, sus beneficios no se limitan a la fuerza física. Un estudio de la S. Nijalingappa Medical College en India, publicado en Biomedicine, comprobó que la práctica regular de yoga y meditación puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Qué aporta Navasana, la postura de yoga conocida como postura del barco
Para Xuan Lan, profesora de yoga y experta en bienestar, quien conversó con Trendencias, la postura del barco es exigente porque combina trabajo abdominal, de la espalda y, al mismo tiempo, equilibrio. De ahí que sea una de las asanas más recomendadas para entrenar el core, la faja muscular que estabiliza todo el cuerpo.
Esta postura fortalece el abdomen y ayuda a definirlo, protege la zona lumbar gracias al refuerzo de la musculatura de la espalda, tonifica brazos y cuádriceps, mejora la circulación en las piernas al mantenerlas elevadas, potencia la concentración y la coordinación al exigir conexión entre cuerpo y mente, y favorece la digestión.
Cómo practicarla: el paso a paso
Para realizar Navasana correctamente, comenzá sentado con la espalda recta y las rodillas flexionadas, apoyando los pies en el suelo. A continuación, elevá los pies e incliná suavemente el tronco hacia atrás, de forma que tu cuerpo forme una “V”.
Los brazos pueden extenderse al frente o apoyarse sobre los muslos para ganar estabilidad. Mantené la mirada al frente o ligeramente hacia arriba y sostené la postura entre 5 y 10 respiraciones profundas.