Una de las tendencias que se consolidó en el último tiempo es el bienestar del cuerpo, tanto a nivel físico como mental. Por ello, el yoga es una de las opciones que eligen los adultos, especialmente los de la tercera edad. Esta práctica milenaria permite conectarse con el espíritu a través de distintas posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación.
El objetivo principal de hacer yoga es lograr la armonía y el equilibrio interior, lo que reduce el estrés y mejora la salud general, pero también se puede enfocar en la realización personal y espiritual. Esta práctica la pueden hacer todos por igual, incluso quienes carecen de movilidad.
Una de las primeras opciones es hacer yoga en silla, una alternativa suava para quienes dan sus primeros pasos y tienen poca movilidad. La práctica requiere estar de pie, sentado o acostado. En ocasiones, requiere de fuerza, flexibilidad y equilibrio para moverse entre las posturas.
Beneficios del yoga
El yoga en silla es una buena opción para adultos mayores con limitaciones como artritis, dolor articular o flexibilidad reducida. El asiento con respaldo sirve como apoyo para realizar posturas tradicionales. Además, es menos intenso, por lo que es de mayor facilidad para movilizar articulaciones y los músculos.
Como no requiere de levantarse o sentarse en el piso, muchas personas pueden hacer yoga en silla y acceder a los siguientes beneficios:
- Mayor flexibilidad y amplitud de movimiento: con el yoga en silla se puede aumentar de manera gradual la flexibilidad y amplitud de movimiento. Lo que permite hacer actividades cotidianas como alcanzar objetos o agacharse.
- Mejora del equilibrio y la estabilidad: la probabilidad de tener una caída aumenta a medida que se envejece, pero el yoga en silla puede ayudar a mejorar el equilibrio y la estabilidad.
- Mejor la fuerza: el yoga en silla se enfoca en distintos grupos musculares que ayudar a desarrollar y mantener la fuerza.
- Más concentración: la atención plena del yoga en silla pueden ayudar a mejorar el enfoque y la concentración.
- Mayor bienestar emocional y mental: al combinar actividad física, respiración profunda y meditación se pueden liberar endorfinas, que potencian el estado de ánimo.
- Reduce el estrés: las técnicas de respiración profunda y relajación pueden reducir el estrés , mejorar la salud mental y ayudar a sentirse tranquilo y relajado.
¿Qué otros beneficios tiene el yoga en silla?
Otros de los beneficios que tiene el yoga en silla es la reducción del dolor, mejora el sueño, favorece la interacción social y favorece la autoconciencia. De todas maneras, antes de realizar esta actividad se recomienda visitar al médico de cabecera para conocer cuáles son las limitaciones de cada cuerpo.
¿Qué silla puedo usar para hacer yoga y cómo?
Se necesita una silla resistente con un asiento y un respaldo firme y plano. No se recomiendan sillas con ruedas, ya que pueden moverse. Evitar los apoyabrazos anchos, que pueden obstaculizar movimientos.
Colocar la silla sobre una superficie antideslizante en un lugar tranquilo y bien iluminado. Asegurarse de tener espacio para mover los brazos y las piernas alrededor de la silla. Al estar sentados, las rodillas deben estar en un ángulo de 90 grados con respecto al piso.
Las tres posturas claves para hacer yoga en silla
- Postura de la montaña sentada: sentarse en la silla con los pies apoyados en el suelo y las manos sobre los muslos. Alargar la columna levantando suavemente el pecho y moviendo los hombros hacia atrás. Cerrar los ojos o mirar suavemente hacia delante. Respirar lenta y profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Mantener esta postura durante 30 segundos a un minuto, concentrándose en la respiración.
- Estiramiento de gato-vaca sentado: sentarse con los pies apoyados en el suelo y las manos apoyadas en los muslos. Inhalar arqueando la espalda y levantando el pecho (postura de la vaca). Exhalar, redondeando la espalda y llevando el mentón hacia el pecho (postura del gato). Repetir este movimiento suave, moviéndose con la respiración, durante tres a cinco rondas. Concentrarse en la sensación de flexión y extensión de la columna.
- Inclinación hacia adelante sentado: sentarse en el borde de su silla con los pies separados al ancho de las caderas y apoyados en el suelo. Inhalar y estirar la columna. Al exhalar, girar las caderas y doblarse hacia adelante desde la cintura. Se pueden apoyar las manos en los muslos o alcanzar las espinillas o los pies, según la flexibilidad. Este estiramiento suave se puede mantener de 20 a 30 segundos, respirando profundamente y relajándose en la postura. Regresar lentamente a la posición erguida mientras se inhala.