Dictan prisión preventiva para el "perejil" del caso Dalmasso, acusado de asesinato

El mismo fiscal que imputó a Gastón Zárate por el crimen de Dalmasso, ahora confirmó que seguirá detenido por la muerte de Rubén Ezequiel Acuña Ustarroz luego de un partido de fútbol. 

10 de septiembre, 2025 | 14.50

La situación de Gastón Zárate (46), el hombre detenido hace 18 años acusado de asesinar a Nora Dalmasso en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, y que saltó a la fama como “el perejil”, se complicó aún más. El hombre continuará detenido, tras haber sido imputado por matar a Rubén Ezequiel Acuña Ustarroz (37) luego de disputar un partido de fútbol al que había ido junto a sus hijos de 15 y 17 años. .

El fiscal Javier Di Santo, el mismo funcionario que en 2007 lo imputó durante cuatro años por el crimen de Dalmasso en el barrio Villa Golf, está a cargo de la investigación y este martes, dictó la prisión preventiva. Según lo informado por el medio La Voz, Di Santo volvió a indagar a Zárate este lunes debido a cambios en la descripción del hecho que se le atribuye y un días después, lo imputó por el delito de homicidio simple.

El expediente se centra en la muerte de Ustarroz, ocurrida el pasado 16 de agosto. Según reconstruyeron los investigadores, la pelea fue a la salida del Complejo Deportivo El Águila, ubicado en calle Río Negro al 1600, donde varias personas empezaron a discutir. “Era una cosa normal de un partido, pero después la siguieron”, detalló un testigo del hecho a la policía local.

Las palabras pasaron a una pelea física, en la cual el acusado habría tomado un pedazo de fierro que encontró en la calle, de unos 50 centímetros de longitud aproximadamente, y lo golpeó en la cabeza. “El objeto le ingresó por la sien izquierda y le quedó incrustado”, consignaron medios locales. A raíz de esto, los servicios médicos convocados únicamente constataron la muerte de Ustarroz Acuña, apenas arribaron a la escena. Por este motivo, la Policía de Córdoba dispuso la detención inmediata de Zárate, quien todavía permanecía en el lugar.

Está acreditado que ambos se conocían desde hace tiempo, pero no tenían ningún tipo de disputa previa. Incluso ya habían jugado al fútbol en otras ocasiones y hasta habían compartido equipo. Por este motivo, no se corroboró si el problema comenzó por alguna situación del partido o si habría sucedido alguna cuestión recientemente.

Además de la cantidad de gente que presenció el crimen, el fiscal Di Santo contó con las imágenes de las cámaras de seguridad del complejo, que grabaron desde el inicio de la discusión dentro de la cancha hasta el desenlace fatal en la vereda. El pintor Zárate, que años atrás había trabajado en refacciones en la casa de la familia Macarrón, negó ante el fiscal los cargos y se abstuvo de declarar en la primera indagatoria.

La madre de Zárate expresó ante la prensa que su hijo había actuado en defensa propia. Asimismo aseguró que “el caso Dalmasso había sido un peso muy grande” que ambos “habían cargado durante todos estos años”. Desde la fiscalía no descartan esa hipótesis, aunque remarcaron que el hecho fue “muy violento”. En este marco, se esperan las pericias psicológicas y psiquiátricas ordenadas por el fiscal. Para los investigadores, las pruebas contra “el perejil” son contundentes y no descartan que después de algunas pericias la acusación pueda agravarse.

En paralelo, el imputado dejó de lado el ser representado por la defensa pública y designó como abogado particular a José Gabriel Melano que, como una nueva e inevitable comparación, fue su representante durante el Caso Dalmasso. El nuevo defensor dijo que a Zárate “le afectó en su vida personal” su paso por el caso y desde ese momento “no ha tenido una vida normal”

Habló la mamá del joven asesinado por el "perejil" del Caso Dalmasso

En paralelo, la madre de la víctima brindó declaraciones públicas. Beatriz describió a Rubén como alguien que disfrutaba del fútbol y habló sobre su relación con Zárate. “Se conocían de la cancha, iba de vez en cuando a jugar para distraerse”, relató. Según explicó, ese deporte era “el cable a tierra” de su hijo, quien no fumaba, no tomaba alcohol y no solía salir. “Era una persona excelente”, afirmó, al tiempo que aseguró que “jamás llegaba a una discusión”.

La mujer relató que había adoptado a la víctima cuando era niño: “Lo tengo desde chiquito, desde que lo dejó la mamá. A sus 24 años me dieron el poder”. La mujer detalló además que su hijo estudiaba ingeniería en electricidad y estaba a una materia de recibirse.

“Me decía que este año se recibiría. El patrón le daba los días para estudiar”, contó en declaraciones para El Doce, y agregó que combinaba los estudios con su trabajo. En contraste, Beatriz sostuvo que Zárate tenía una conducta conflictiva. Según sus palabras, su hijo le había comentado que el acusado era “muy violento”.