En medio de la crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei, una importante empresa textil cerró su fábrica de manera temporal y los 300 trabajadores que allí se desempeñan viven un presente de incertidumbre.
Este lunes cerró sus puertas la fábrica de Algodonera Avellaneda (Santa Fe), parte del Grupo Vicentin y permanecerá así hasta el sábado, algo que tomó a todos los operarios por sorpresa.
La planta que se encuentra en el Parque Industrial de Reconquista se dedica a la producción de hilandería y tejeduría, pero no tendrá actividad esta semana a causa de la escasez de materia prima y la caída de la demanda interna.
Cuanto los trabajadores se presentaron para cumplir con sus tareas vieron los portones cerrados, lo cual generó un momento de tensión. Ante esto, recurrieron a la Policía y al Ministerio de Trabajo de Santa Fe, aunque no obtuvieron respuestas satisfactorias.
"No se hacen responsables de esta semana de parate”, criticó el titular de la Asociación Obrera Textil (AOT) local, Juan Carlos Bandeo en referencia a los dueños de la planta textil. Por otro lado, el titular de la cartera laboral provincial justificó el cierre afirmando que el objetivo de la empresa es "juntar volúmen" y que “no hay materia prima y tampoco tantas órdenes de producción, por lo cual no se justifica poner todo en marcha”.
En medio del concurso preventivo de acreedores, la situación será analizada en una audiencia judicial el próximo viernes 3 de octubre, convocada por el juez civil y comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini.
Algodonera Avellaneda viene de despedir trabajadores
Esta situación causa preocupación, ya que hace menos de dos meses la empresa despidió 30 trabajadores e intentó ampararse en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo para pagarle sólo la mitad de la indemnización que corresponde.
Según detallaron, la mayoría de los trabajadores de la firma santafesina tenían entre 15 y 34 años de antigüedad y estaban bajo el convenio colectivo de trabajo del gremio de Empleados Textiles, Setia.
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La firma argumentó que estaba "pasando un mal momento económico" y que esa "causa de fuerza mayor" podría permitirle a la empresa textil abonar la mitad del pago correspondiente a los trabajadores, ya que la Ley de Contrato de Trabajo establece esto ante "falta o disminución de trabajo, no imputables al empleador". De todas maneras, la empresa continuó funcionando normalmente hasta este parate.