Una metalúrgica despidió un tercio de los trabajadores

La empresa no es ajena al mal que padece la industria nacional: caída de la producción por las bajas ventas y la apertura de importaciones. 

12 de octubre, 2025 | 15.50

Una histórica metalúrgica con más de 70 años de trayectoria tomó una drástica decisión en medio de la crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei. La empresa dejó en la calle a un tercio de sus trabajadores

Son 33 los empleados despedidos de MetroFund, que tiene su fábrica en el sur de Rosario. El próximo martes se realizará una audiencia en la delegación local del Ministerio de Trabajo para ver si se puede revertir la situación.

El motivo de los despidos sería el mismo que sufren miles de industrias: la caída de la producción por las bajas ventas y el ingreso de productos importados. Las medidas del gobierno libertario golpearon fuertemente a la industria nacional y este es otro ejemplo. 

La lucha de la UOM contra los despidos

La empresa se dedica a la fabricación de campanas de frenos para camiones y ejes de semiremolques. "Los trabajadores recibieron el telegrama un jueves por la mañana y la compañía asegura que está dispuesta a pagar las indemnizaciones en cuotas y por el 50 por ciento", precisó el líder de la UOM Rosario, Antonio Donello.

Mientras, desde el sindicato de la UOM buscan una manera de evitar que los trabajadores queden en la calle. Una opción podría ser suspensiones parciales  y otra la rotación de personal.

El gremio busca revertir la situación con suspensiones temporales o rotación de empleados.

Crisis en la metalurgia de la región

El caso de MetroFund se enmarca en una crisis más amplia del sector metalúrgico en la región. La planta de Electrolux, también en la zona sur de Rosario, aplica desde hace semanas un sistema de suspensiones rotativas que afecta a unos 400 empleados. La multinacional de la línea blanca, con planta ubicada en Batlle y Ordóñez al 3400, atraviesa un contexto nunca antes visto.

El abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Pablo Cerra, aseguró que, si bien no todos los trabajadores cobran menos de $700.000, como se difundió en algunos portales, "sí son sueldos de pobreza", y estimó que el salario promedio ronda los $850.000. A su vez, denunció que incluso los acuerdos paritarios "tardan meses en ser homologados por el Gobierno", lo que deteriora aún más el poder adquisitivo.

Situaciones similares atraviesan otras industrias, como Vasalli en Firmat —que acordó pagar la mitad del salario y mantener un esquema rotativo— y Acindar, en Villa Constitución, que redujo su producción debido al freno de la obra pública tras la asunción de Milei.