Cuidado: si guardás así el limón en la heladera, estás cometiendo un gran error

Lo estás haciendo mal: por qué no se tiene que guardar así el limón en la heladera y cuál es la forma correcta, según expertos.

09 de abril, 2025 | 09.57

Si guardás limón en la heladera, seguramente lo estés haciendo mal. El limón es uno de los frutos más usados en la gastronomía argentina, y la mayoría de las personas, especialmente en América Latina, tiene la costumbre de guardar este cítrico cortado en la heladera. Como consecuencia, se reseca, dura poco y no se puede aprovechar del todo su jugo. 

De esta forma, se desperdicia una gran cantidad de limón. Si lo dejamos en la heladera, lo más probable es que se seque rápido, mientras que si se deja en la mesada, se echa a perder a las pocas horas. Esto ocurre porque la exposición del aire reseca la pulpa y acelera el proceso de oxidación, haciendo que pierda su jugo, sabor y aroma en pocos días. Afortunadamente, existe un truco que usan los expertos en gastronomía para evitar esto.

Cómo conservar correctamente un limón para que no se pudra

La forma correcta de conservar un limón es guardarlo dentro de un recipiente hermético con la parte cortada hacia abajo, sumergida en un poco de agua. Así, se forma una barrera que impide que el aire reseque la superficie expuesta, ayudando a preservar la humedad y el sabor del limón. Con este método, puede durar entre 5 y 7 días en buen estado sin echarse a perder.

Por qué hay que mezclar limón con bicarbonato de sodio

Existe un truco milenario que las empresas no quieren que las personas conozcan y que consiste en mezclar cáscara de limón con bicarbonato de sodio. Esta mezcla tiene múltiples beneficios y reemplazan a muchos productos caros a los que gran parte de la población le cuesta acceder, especialmente en este contexto de crisis económica.

En medio de la creciente inflación y la baja de salarios, cada vez más personas buscan alternativas para resolver problemas de la casa. Por esta razón, se viralizó esta popular mezcla de cáscaras de limón con bicarbonato de sodio, dos ingredientes con propiedades muy beneficiosas y que seguramente muchos tienen en sus casas.

Este truco consiste en mezclar cáscara de limón y el bicarbonato de sodio para fabricar un limpiador casero que sirve para varias partes de la casa. Este producto es capaz de aflojar y remover la grasa y dejar reluciente casi cualquier superficie. Se puede usar tanto para baños como para cocinas y es muy fácil de preparar.

El paso a paso

  1. Primero, se debe lavar y pelar un limón con un cuchillo o pelapapas.

  2. Llevar las cáscaras de limón a una licuadora con un poco de agua, para obtener una mezcla líquida.

  3. Licuar todo y luego colar la preparación, para quedarse con la pulpa y quitar el jugo en exceso. No tires el jugo, separalo en un vaso, ya que será fundamental para preparar el limpiador.

  4. A este jugo de limón, agregarle tres cucharadas de bicarbonato de sodio. Opcionalmente, podés agregarle tres cucharadas de jabón líquido para sumarle un aroma aún más delicioso.

  5. Pasalo a un recipiente rociador vacío, también llamado pulverizador.

  6. ¡Listo! Ya podés usarlo para limpiar baños y cocinas.

Beneficios de limpiar con cáscara de limón y bicarbonato de sodio

  • Tiene un gran poder desinfectante.

  • Es mucho más económico que otros productos comerciales, ya que reemplaza a varios de ellos que cumplen distintas funciones.

  • Es un blanqueador natural.

  • No contiene tóxicos ni agregados químicos.

  • Tiene un efecto abrasivo suave.

  • Ayuda a neutralizar los malos olores.