Santa Fe, la ciudad cervecera por excelencia en Argentina, se destaca no solo por su historia y cultura, sino también por su insaciable amor por la cerveza. Con un consumo que supera ampliamente el promedio nacional, Santa Fe se proclama como la ciudad que más cerveza consume en todo el país.
La tradición cervecera en esta ciudad se remonta al siglo XIX, cuando la bebida de origen europeo comenzó a ganar popularidad. Desde entonces, la cerveza se convirtió en el pilar de la identidad santafesina, dando lugar a emblemáticas cervecerías como San Carlos y, más recientemente, al asombroso "cervezoducto".
La pasión por la cerveza en Santa Fe se refleja en cifras impresionantes. Mientras que el promedio nacional se sitúa en unos 43 litros por persona al año, en Santa Fe el consumo se eleva a unos sorprendentes 80 litros por habitante. ¿A qué se debe este fenómeno?
En primer lugar, el clima. Con veranos extremadamente calurosos, la cerveza se presenta como el refresco perfecto para combatir el calor y refrescar el paladar. Pero el amor por esta bebida va más allá de lo puramente climático.
En Santa Fe, la cerveza es parte integral del hogar y de la vida cotidiana. Se estima que hay una chopera cada 340 habitantes, lo que demuestra la profundidad con la que esta bebida ha calado en el corazón de los santafesinos. Los bares de la ciudad son testigos de una experiencia única, donde la cerveza fluye directamente de los barriles a los vasos, brindando una frescura inigualable.
El increíble cervezoducto de Santa Fe: una experiencia única para los amantes de la cerveza
En la ciudad de Santa Fe, en la provincia homónima de Argentina, se puede encontrar una atracción turística muy curiosa: el famoso "cervezoducto". A diferencia de cualquier otro lugar en Sudamérica, esta instalación industrial es única en su especie y se convirtió en un verdadero ícono para los amantes de la cerveza.
El "cervezoducto" es un tubo que atraviesa la calle que divide la fábrica de cerveza de Santa Fe con su patio cervecero. Su funcionalidad es simple, pero impactante: permitió a los visitantes disfrutar de una experiencia única al tomar una cerveza "liso" directamente del tanque de almacenamiento.
Esta innovadora instalación fue colocada en 2010, a pocos metros de la fábrica de Cerveza Santa Fe. Con una longitud de 400 metros, el "cervezoducto" evitó el traslado de barriles pesados y agregó un componente turístico a este punto gastronómico de la ciudad.
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El proceso es bastante sencillo: cuando el barman del patio cervecero lo solicita, la cerveza es enviada a través del "cervezoducto" en cuestión de segundos. Cruza la calle y se almacena en tanques vidriados dentro del comercio, donde se mantiene a una temperatura exacta hasta que es servida a los clientes en vasos tradicionales llamados "lisos".
El patio cervecero de Santa Fe, donde se encuentra el "cervezoducto", se ubica en pleno centro de la ciudad y es un destino obligado para los amantes de la cerveza. Situado en la calle Calchines 1398, este predio solía funcionar como estacionamiento para los operarios de la fábrica, pero ahora es un lugar donde se sirven millones de vasos de cerveza desde su inauguración hace más de una década.