¿Tu gato te mira con cara de disgusto o se esconde cuando te acercás? Podrías estar cometiendo algunos errores comunes que los mininos detestan. Paula Calvo, especialista en antrozoología, reveló los hábitos humanos que estresan a los felinos domésticos.
1. Ruidos fuertes: el peor enemigo de tu gato
Los gatos tienen un oído extremadamente sensible. Sonidos como aspiradoras, gritos o música alta los ponen en alerta máxima. Según Calvo, esto explica por qué muchos mininos se esconden durante tormentas eléctricas o cuando llegan visitas bulliciosas.
La solución es simple: bajá el volumen y dale un espacio tranquilo donde refugiarse cuando el ambiente se vuelve demasiado intenso para sus delicados oídos.
2. Cambios bruscos de temperatura
¿Notaste que tu gato busca constantemente el lugar más fresco en verano o el más cálido en invierno? Su termorregulación es muy diferente a la nuestra. Pasar de un ambiente con aire acondicionado a uno caluroso rápidamente los estresa.
Mantené una temperatura estable en casa y ofrecelé opciones: una manta suave cerca del radiador en invierno y un lugar fresco con sombra en verano.
3. Modificar su territorio sin aviso
Los felinos son animales territoriales por naturaleza. Cuando movés los muebles o renovás la decoración, estás alterando su mapa mental de seguridad. La experta recomienda hacer cambios graduales y dejar que explore cada novedad a su ritmo.
Como consejo, si vas a redecorar, dejá su rascador y camita en el mismo lugar. Así tendrá puntos familiares de referencia.
4. Ignorar sus señales de "basta" con las caricias
Cuidado con sobrecargar de mimos a tu gato. Muchos humanos insisten en acariciarlos cuando ya dieron señales claras de querer espacio (como mover la cola rápido o aplanar las orejas). Calvo explica que forzar el contacto es una de las principales causas de arañazos "inesperados".
Aprendé a leer su lenguaje corporal: si se aleja o se pone rígido, es hora de parar. El afecto debe ser siempre en sus términos.
5. Cambiar su comida de golpe
Los gatos desarrollan preferencias alimentarias muy marcadas. Introducir un nuevo alimento repentinamente no solo puede causarles estrés, sino también problemas digestivos. La transición debe ser gradual: mezclá el alimento nuevo con el antiguo durante varios días.
Otro error común: servir comida fría de la heladera. A ellos les gusta a temperatura ambiente, como una presa recién cazada.
6. Limpiar de más su arenero (o de menos)
El arenero es un tema delicado. Algunos dueños lo limpian compulsivamente, eliminando todos los rastros de olor que el gato usa para marcar su territorio. Otros lo descuidan, haciendo que el animal rechace usarlo por considerarlo "sucio".
El equilibrio perfecto: retrá las deposiciones diariamente, pero hacé un cambio completo de arena solo 1-2 veces por semana.
Forzarlos a socializar cuando no quieren genera rechazo.
7. Obligarlos a socializar cuando no quieren
Forzar a tu gato a interactuar con visitas u otros animales es una receta para el desastre. A diferencia de los perros, los felinos necesitan acercarse por iniciativa propia. Si se esconde bajo la cama cuando llegan invitados, respetá su decisión.
Creá "rutas de escape" donde pueda observar sin ser molestado, como estanterías altas o pasadizos entre muebles.