Muchos tienden a confundir la palabra moda con vestimenta y, si bien ambos términos pueden ser un símbolo y graficar un momento histórico específico de una sociedad, no significan lo mismo. Cuál es la diferencia entre ambas definiciones.
¿Qué significa el término moda?
Del francés mode, una moda es un uso o costumbre que es popular en determinada región durante un periodo de tiempo determinado. Se trata de una construcción adoptada por gran parte de la sociedad. En sí, la moda es una manifestación social y cultural. El término suele referir a un estilo que con rapidez se vuelve popular, especialmente en términos de ropa, calzado, accesorios, pero también refiere estilos de vida en general como modos de actuar y comportamientos (escuchar un estilo de música, acudir a un cierto restaurante, ir de vacaciones a determinado destino).
En ese sentido, también, puede definirse como un mecanismo que regula las elecciones de las personas ya que, por una especie de presión social, indica a la gente qué debe consumir, utilizar o hacer. Además, se convierte en un hábito repetitivo que identifica a un sujeto o a un grupo de individuos.
La moda puede estar influenciada por diversos factores, como la cultura, la economía, la tecnología y las preferencias personales. De esta manera, marca la identidad de las personas que conviven en una sociedad determinada.
¿Cuál es la diferencia entre la moda y la vestimenta?
Al entender la moda como una manera de hacer algo, podemos decir que la vestimenta es una de esas acciones o elecciones que hacemos dentro de ella. En sí, la diferencia crucial se entienda cuando comprendemos que la palabra “vestimenta” hace referencia a “vestir” como propósito.
Se considera que el vestir lleva detrás el pudor, la decoración y la protección. Esta última refiere a la necesidad de vestirse para por ejemplo, protegerse del frío, el calor, el agua o la nieve. Mientras que el pudor, entendido como un “impulso inhibitorio”, nos lleva a ocultar algo mientras que la decoración nos lleva a mostrar algo.
“La vestimenta sirve para cubrir el cuerpo y gratificar así el impulso del pudor. Pero al mismo tiempo puede realzar su belleza, y ésta fue probablemente su función más primitiva. Cuando la tendencia exhibicionista pasa del cuerpo desnudo al cuerpo vestido, puede satisfacer con mucha menos oposición que cuando éstas se enfrentan con el cuerpo en estado de naturaleza”, explica el psicólogo británico John Carl Flügel.