Este martes se inicia una nueva jornada del juicio por la muerte de Diego Maradona, en lo que se espera que sea una audiencia importante para el proceso por la declaración de diversos médicos que estuvieron presentes en la Clínica Olivos donde el astro se sometió a su última operación a principios del mes de noviembre. Según indicaron fuentes judiciales, quienes darán testimonios ante el Tribunal en lo Criminal N° 3 de San Isidro son considerados "de suma importancia" para el caso.
Cabe recordar que, el 3 de noviembre del 2020, semanas antes de su fallecimiento, el Diez debió ser intervenido quirúrgicamente por un hematoma subdural por determinación de su médico clínico, Leopoldo Luque. Previo a su paso por la Clínica Olivos, fue ingresado a la clínica Ipensa donde detectaron el hematoma pero decidieron no operarlo porque no creían que fuese una situación de urgencia. Así lo expresaron diversos profesionales de la salud, el 10 de abril pasado, cuando apuntaron y cuestionaron fuertemente a Luque.
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"Era algo común, podía ser por un golpe pero no era para operarlo", remarcó Flavio José Tunessi -quien además, era uno de los médicos traumatólogos de Gimnasia y Esgrima La Plata (GELP). Mientras que el jefe de neurología, Guillermo Burry, decidió mantener una conducta expectante ante la situación y darle medicación ya que podía "ser reversible, porque no había urgencia". Si bien tuvo una reunión con Luque, donde cada uno dio sus explicaciones científicas para operarlo o no, le dijo que en dicha clínica no se iba a operar porque "el paciente no estaba compensado" para una cirugía.
En esa línea, Burry aseguró que se trataba de un "hematoma pequeño, leve" y que por eso, no era necesaria una operación. A pesar de ello, Luque decidió operarlo igual y como la clínica se negó, fue trasladado a Olivos -donde sí lo operaron ese mismo día-.
Dalma Maradona se quebró y cargó contra los médicos: "Nos lo prometieron"
Dalma, hija mayor del astro, declaró por primera vez en el juicio durante la pasada semana y cargó duramente contra el grupo de profesionales de salud que trataron a su papá durante sus últimos años de vida. Como era esperado, fue uno de los momentos más emocionales del debate oral: tras detallar cómo fueron los días previos al fallecimientos y apuntar contra los médicos, que "prometieron" cosas que nunca cumplieron, rompió en llanto al recordar que era "un papá muy presente" y su reacción al llegar al domicilio de San Andrés aquel fatídico día. También aseguró que no confiaba en Leopoldo Luque y que "si hubieran hecho su trabajo, se podría haber evitado".
"Le habíamos dicho a Luque, (Agustina) Cosachov y (Carlos) Díaz que no lo veíamos bien a papá. Caminaba mal, a veces lo sentíamos un poco perdido, nos llamaba por videollamada y no entendíamos lo que decía... Ellos nos decían que era momentáneo, que tenía semanas buenas y malas, pero que estaba bien, que estaba medicado", comenzó su declaración. Luego de su último cumpleaños, cuando se hizo presente en el campo de juego de Gimnasia y Esgrima La Plata, todo cambió: "Todos lo vieron mal en televisión, fue muy notorio. Era lo que nosotras veníamos diciendo. Mi papá no estaba bien, estaba lento, perdido... Recién ahí empezaron a decir que había que hacerle estudios".
"Nos prometieron una internación que nunca sucedió. No hubo ambulancia ni enfermeros. Nos prometieron enfermeras 24 horas, gente que estuviera ahí para tomarle la presión, darle las pastillas. Acompañantes terapéuticos y aparatología que daba la prepaga... Nos lo prometieron y nunca pasó", sostuvo.