Detienen a dos miembros de una banda de gendarmes que transportaban cocaina

La Justicia Federal amplió una investigación realizada por la Unidad Fiscal de Salta sobre una banda narcocriminal en la que cinco de sus ocho miembros eran miembros de fuerzas de seguridad.

06 de marzo, 2025 | 18.44

La Justicia Federal hizo lugar a la ampliación de una investigación realizada por la Unidad Fiscal de Salta contra una organización narcocriminal, de los cuales cinco de sus ocho miembros eran miembros de Gendarmería, que trasladaron más de 334 kilos cocaína y operaban en el NOA, NEA y Buenos Aires, aunque no se descarta que tuvieran nexos de orden trasnacional.

Según reportó el sitio Fiscales.gob.ar, el juez federal de Garantías N°1, Julio Bavio, hizo lugar a la ampliación de la investigación penal a cargo del fiscal federal Ricardo Toranzos. La audiencia se dirigió principalmente contra Jonathan Leonel Ostapowicz y Richar Ariel Delgado (exgendarme), dos comerciantes detenidos el 25 de febrero pasado en la ciudad de Posadas, en Misiones, como resultado de varios allanamientos que también derivaron en el secuestro de tres vehículos de alta gama, más de 20 teléfonos celulares, nueve computadoras, armas, más de 16 millones de pesos, 1.800.000 guaraníes, 1.709 reales y poco más de 6.000 dólares.

A requerimiento de la fiscalía, el magistrado dio por formalizada la imputación contra ambos detenidos por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en calidad de coautores. Asimismo, ordenó que permanezcan bajo prisión preventiva, autorizó una serie de pericias y admitió el levantamiento del secretario bancario y bursátil de los dos imputados, uno de los cuales -Delgado-, es hermano de un gendarme detenido en mayo del año pasado con más de 300 kilos de cocaína en una camioneta, lo que dio origen a la investigación.

Entre otras medidas resueltas en la audiencia, el juez hizo lugar al pedido de la fiscalía a fin de prorrogar la investigación penal del caso, respecto a los otros seis acusados: Diego Hernán Delgado (gendarme), Federico Rubén Batista (gendarme), Gabriel Osvaldo Ruiz Apaza, Francisco Agustín Flores (estaba por ingresar a Gendarmería), Adrián Emilio Escarlata (exgendarme) y Marlene Leonor Hañek.

Cómo fue el caso

Al presentar la acusación, el fiscal Toranzos explicó que la investigación se inició el 19 de mayo del año pasado tras la detención de Diego Delgado, un cabo de Gendarmería que fue arrestado en la ruta provincia N°5, a la altura del kilómetro 170, en la localidad salteña de General Pizarro, en el departamento de Anta.

Delgado, quien cumplía servicio en el Destacamento Móvil N°1 de Campo de Mayo de esa fuerza, circulaba a gran velocidad al mando de una camioneta Volkswagen Amarok de norte a sur, con rumbo a Buenos Aires. Los gendarmes revisaron el vehículo y descubrieron en la caja del rodado, vieron cajas de cartón, de las que sobresalían varios paquetes de droga, tipo “ladrillo”.

En total, transportaba más 303 kilos de cocaína, carga valuada en más de 4.000 millones de pesos. “A partir de este procedimiento, y el secuestro del teléfono del gendarme, se inició una investigación que dejó al descubierto un complejo entramado de maniobras ilícitas”, explicó el fiscal. Luego, se logró identificar y detener a Batista el 10 de octubre último, quien también era gendarme en actividad en Campo de Mayo.

Según la pesquisa, se pudo establecer que Batista, pese a estar de turno, se había ausentado de sus funciones para abordar un vuelo hasta Posadas, donde recibió la camioneta VW Amarok de manos del ahora detenido Ostapowicz, con el mandato de llevar el rodado a Delgado, quien utilizó dicho vehículo para dirigirse a Orán, cargar la droga y regresar a Buenos Aires.

Toranzos sostuvo que la investigación avanzó y que, a partir de las pericias telefónicas y las tareas de campo, se logró interceptar un segundo transporte de cocaína en la localidad salteña de Rosario de la Frontera, por poco más de 31 kilos. Ese procedimiento ocurrió el 26 de octubre sobre la ruta 34, a la altura del puesto de control de El Naranjo, y dejó como saldo la detención de Escarlata, quien había sido dado de baja de Gendarmería, su pareja, Hañek; Ruiz Apaza y Flores.

El transporte de la droga, que iba oculta en el interior de una rueda de auxilio, se hizo bajo la modalidad de convoy, con dos camionetas. En una VW Amarok iba Escarlata y su pareja, con el estupefaciente. Como coche puntero, en tanto, lo hacían Ruiz Apaza y Flores, en una camioneta Toyota.

En el procedimiento, entre otros puntos destacados, el fiscal resaltó el intento de Escarlata por destruir su teléfono celular tras descubrirse la droga dentro de la rueda de auxilio. La pericia de ese teléfono luego fue clave para recuperar información que lo incriminaba tanto a él como al resto de los imputados.

La información extraída de los teléfonos secuestrados, permitió descubrir que los imputados habían creado un grupo de WhatsApp llamado “Los Peluches”, a través del cual, se sospecha que interactuaban sobre detalles de las actividades ilícitas que llevaban adelante. Allí se hallaron audios en los que, al estilo de tutoriales, uno de los imputados, Escarlata, enseñaba como “embutir” la droga en los vehículos, incluso utilizar la parte del respaldar de los asientos para ocultar los paquetes de droga.

También se impartían instrucciones respecto a cómo actuar ante los controles de Gendarmería, pues explicaban los protocolos internos impartidos al personal de esa fuerza, con lo cual ponían a los implicados en una posición ventajosa.