El 21 de agosto de 2015, el empresario Fernando Farré asesinó a su esposa Claudia Schaefer de 66 puñaladas. El hecho ocurrió en su casa del country Martindale. A 10 años del femicidio, el condenado se encuentra en la Unidad Penal de Campana, donde su cumple su pena a prisión perpetua.
A una década del crimen, Farré habló desde la cárcel sobre su rutina, sus pensamientos y su vida privada. Atrás quedó la vida del empresario que viajaba por el mundo y ocupaba cargos jerárquicos en multinacionales, hoy pasa sus días entre el encierro y actividades básicas como ajedrez, cursos de oficios y televisión.
¿Cómo es la vida de Fernando Farré en la cárcel?
“Pienso en la libertad todos los días. Sueño todas las noches con Claudia y lo disfruto”, aseguró el femicida desde la cárcel. Aunque un jurado popular lo encontró culpable en 2017, el femicida sostiene que actuó bajo un estado de “emoción violenta” y que estaba sobremedicado, al tiempo que volvió a responsabilizar a la propia víctima por el crimen.
Sin embargo, la Justicia lo declaró responsable del femicidio cometido en la casa del country Martindale de Pilar, donde degolló y apuñaló brutalmente a la madre de sus tres hijos. Los chicos, hoy adultos, decidieron quitarse el apellido de su padre y no volvieron a tener contacto con él.
En una entrevista con Infobae, Farré relató que mantiene una relación distante con el exterior y que solo recibe la visita de sus padres y de algún amigo, también contó que en prisión tuvo una pareja que perdió un embarazo y que escribió un libro de 200 páginas sobre su vida y el crimen, aunque ninguna editorial lo publicó.
El arrepentimiento de Fernando Farré
Al recordar el día del femicidio, Farré afirmó: “Se jodió mi vida cuando la maté. Estaba a horas de recibir una oferta de trabajo, pero no soporté la humillación”. En otro tramo del diálogo, intentó mostrarse arrepentido: “Quiero pedirle perdón a Claudia y a mis hijos. Sé que algún día nos vamos a abrazar en el cielo”.
Las fiscales del caso, Carolina Carballido Calatayud y Laura Zyseskind, habían sido contundentes en el juicio: “La mató a sangre fría”. En aquel momento, el Tribunal coincidió y lo condenó a perpetua, por lo que Farré espera cumplir la totalidad de su pena, que recién vencerá en 2050, cuando tenga 87 años.
¿Cómo fue el crimen?
El femicidio de Schaefer (44) fue cometido cuando la mujer fue junto a su abogado a la casa de fin de semana que el matrimonio alquilaba en el country Martindale de Pilar para retirar sus pertenencias. El encuentro se realizó en el marco de un conflictivo divorcio que incluía una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y una exclusión de hogar del imputado del domicilio que compartían en el barrio porteño de Recoleta.
Cuando Schaefer fue al vestidor de la casa a retirar su ropa, Farré entró detrás de ella, cerró la puerta con llave y la atacó con dos cuchillos que previamente sacó de la cocina. El homicidio tuvo como testigos a la madre del femicida, a una de sus abogadas y al letrado de Schafer, quienes escucharon u observaron todo lo que sucedía en el vestidor detrás de la puerta que estaba bloqueada o desde una ventana que daba al jardín trasero de la casa.
Según la autopsia, Farré le ocasionó con golpes y los cuchillos un total de 74 lesiones a su esposa, de las cuales 66 fueron heridas de arma blanca, y la causa de la muerte fue un degüello.
El administrador de empresas, que fue detenido en la misma escena del crimen, terminó condenado el 6 de junio de 2017 por un jurado popular que lo declaró culpable en un debate que contó con la coordinación del juez Esteban Andrejin del TOC 2 de San Isidro, quien le fijó la pena máxima de perpetua que hace tres años quedó firme. Además, el magistrado resolvió que el empresario sea privado de la patria potestad de sus tres hijos mientras dure la condena y de la administración de sus bienes.
Su defensa, en el juicio había propuesto dos posibilidades que fueron desestimadas: que se lo declare inimputable o que se atenúe la pena por "emoción violenta". Desde que cumple condena, Farré cambió varias veces de unidad carcelaria -San Martín Dolores, Bahía Blanca-, porque tuvo algunos problemas con otros presos.
Su último traslado fue en enero pasado a la Unidad 41 de Campana, en la provincia de Buenos Aires, donde comparte pabellón con el sacerdote Julio César Grassi (condenado por abuso de menores) y con el exboxeador Rodrigo "La Hiena" Barrios (preso por violencia de género), y se debió a que denunció que fue hostigado y extorsionado en el penal de Bahía Blanca por un grupo de presos que lo obligó a pagar $ 100.000 para comprar para la cena de Año Nuevo corderos, lechones y varios kilos de pollos y frutas.