¿Hacer dieta es sinónimo de comer alimentos sin sabor o poco atractivos? No, hace ya muchos años que la nutrición dejó de lado esta concepción tan poco real sobre la alimentación saludable. Médicos y especialistas que se dedican a esta disciplina entienden que es perfectamente posible alimentarse con productos ricos, sanos y que permitan una correcta digestión.
En este sentido, la nutricionista Cecilia Alessandri de Grupo L, líder en soluciones integrales con foco en alimentación para empresas en todo el país, indica: "No se trata de hacer dietas estrictas, ni de seguir modas o prohibiciones, sino de cuidar el cuerpo, la mente y la relación que tenemos con los alimentos”.
Y agrega: “Las dietas de moda o que eliminan grupos de alimentos alteran el metabolismo y generan deficiencias nutricionales. El cuerpo interpreta la restricción como escasez, disminuye el gasto energético y provoca efecto rebote”.
Para la profesional es clave comer un plato equilibrado y variado y también reconocer cuando las emociones o el nerviosismo juegan en contra. Esto último es fundamental porque comer de más puede desequilibrar el organismo generando una digestión pesada con síntomas como hinchazón o malestar estomacal.
Comidas recomendadas para evitar la digestión pesada
Seleccionar los alimentos adecuados para un plato completo y equilibrado en porciones de nutrientes no siempre es fácil. La especialista aconseja dividirlo en tres partes: la mitad debería contener frutas o verduras de distintos colores; un cuarto legumbres y cereales; y la parte restante proteína, es decir, carne, pescado o huevos.
“Lograr un plato completo es lograr un plato saludable, que no solo nos alimenta bien hoy, sino que ayuda a prevenir o retrasar enfermedades
futuras”, expresa Alessandri.
Los platos ricos y saludables que evitan la digestión pesada son:
- Verduras grilladas con salteado de garbanzos y trigo burgol con cúrcuma y semillas.
- Pechuga grillé con mix de verduras cocidas y crudas, con puré de boniato.
- Filet de pescado al horno con limón, ensalada de hojas verdes, tomate, zanahoria rallada y palta, con un cuarto de quinoa.
- Hamburguesa de lentejas con acelga salteada y arroz integral.
- Carne al horno con ensalada “arcoíris” de cous cous, berenjena, zanahoria, zucchini y tomate.
La nutricionista suma, además, como factores claves la hidratación y la actividad física, sobre todo, para mantener la energía y prevenir enfermedades crónicas.