En el marco del mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama derribamos mitos de la salud asociados con prácticas frecuentes de las personas que en el largo plazo pueden resultar dañinas.
En esta línea, mucho se dice del uso del corpiño en relación al cuidado de las mamas. Algunas de las dudas más presentes son: ¿Es bueno o malo dormir con corpiño? ¿Es preferible que el corpiño quede apretado? ¿Qué prácticas son convenientes para cuidar la salud mamaria?
"El corpiño puede causar cáncer de mama"
No hay evidencia científica que relacione el uso del corpiño con un mayor riesgo de cáncer de mama. Esta versión surge de la idea de que los aros o la compresión impedirían el “drenaje linfático” y favorecerían la enfermedad, pero no hay datos que lo puedan sostener.
Lo que sí importa es elegir un corpiño que “ajuste bien para evitar molestias, lesiones cutáneas o dolor por falta de soporte", según aconsejó la mastóloga Katerine Torrez Monrroy. "Deben cuidar la calidad de las costuras y que la tela sea suave y no genere lesiones en la piel”, agregó.
Para la ginecóloga María Laura Martínez, es importante poner la atención en la elección del corpiño, priorizando la comodidad y la postura. “Un sujetador de la talla y copa correctas es fundamental, especialmente en mamas de mayor tamaño. El soporte adecuado puede aliviar la mastalgia y prevenir o reducir los dolores de espalda, cuello y hombros que pueden derivarse de una hipertrofia mamaria”, explicó.
“Un corpiño mal ajustado, demasiado apretado, con aros que se clavan en el tejido mamario, o con materiales muy rígidos, puede causar irritación, rozaduras o molestias superficiales, pero no afecta al tejido mamario interno ni causa enfermedades malignas. No hay un mejor corpiño universal, sino el corpiño adecuado para cada mujer y cada actividad. La clave es el ajuste, la comodidad y el soporte funcional”, argumentó la especialista.
Dormir con corpiño, ¿sí o no?
Según las especialistas, no existen pruebas determinantes de que dormir con corpiño cambie el riesgo de cáncer, pero tampoco existen evidencias de que dormir sin corpiño lo haga. Por ende, no hay una diferencia concluyente en una acción u otra.
“La recomendación clínica es pragmática: si la mujer se siente cómoda sin corpiño, puede dormir sin él. Si, en cambio, necesita soporte se sugiere un sujetador suave, sin aros ni costuras rígidas”, sintetizó la mastóloga Torrez Monrroy.