La jefa de Neuropsicología del Fleni advirtió sobre los edulcorantes artificiales: "Tiene un efecto muy fuerte"

Qué dijo la neuropsicóloga Lucía Crivelli sobre el uso de edulcorantes artificiales. La palabra de la profesional de la salud.

05 de septiembre, 2025 | 21.20

Un estudio con 12.000 participantes en Brasil mostró que consumir todos los días alimentos con edulcorantes artificiales, como una lata de gaseosa light, se vincula a un aumento de hasta un 62% en deterioro cognitivo, un 30% en pérdida de memoria, y un sorprendente 170% en fluidez verbal reducida. La neuropsicóloga Lucía Crivelli, jefa de Neuropsicología del Hospital Fleni, advirtió que estos riesgos no surgen solo por añadir edulcorantes, sino por su presencia masiva en productos ultraprocesados, por lo que describió mecanismos neurotóxicos distintos a los generados por otros alimentos procesados con el objetivo de cuidar la salud.

Un reciente estudio publicado en Neurology reavivó el debate sobre los efectos que los edulcorantes artificiales tienen en la salud cognitiva de adultos jóvenes. La investigación, basada en un grupo de personas de Brasil, encontró que el consumo frecuente de estos sustitutos del azúcar se asocia con un notable deterioro tanto de la memoria como de la fluidez verbal. Durante el ciclo Infobae en Vivo, la especialista en neuropsicología del Fleni, Lucía Crivelli, compartió los detalles. 

La neuropsicóloga Lucía Crivelli habló del uso de edulcorantes artificiales

La experta explicó cómo se desarrolló el estudio y dijo: “Es un estudio que se hace en Brasil a doce mil personas. Se las sigue durante ocho años y se evalúa cómo están sus funciones cognitivas antes y después del consumo de edulcorantes”. Según el diseño del trabajo, los participantes se clasificaron en niveles bajos, medios y altos de consumo. Para ser considerados consumidores elevados, bastaría con “una lata de gaseosa light por día”. 

Los resultados son impactantes y alarmantes. “Eso tiene un efecto muy fuerte sobre la memoria y sobre la fluidez verbal. Acelera el déficit cognitivo general un sesenta y dos por ciento, y los déficits en la memoria, un treinta por ciento, y la fluidez verbal, un ciento setenta por ciento. O sea que tiene un efecto muy fuerte”, detalló Crivelli. Incluso quienes entraban en el grupo de consumo medio mostraron repercusiones significativas: “En los de mediano consumo también tiene efecto, y ese efecto es del treinta y cinco por ciento”. 

}

Durante la entrevista, también destacó la presencia casi invisibilizada de estos aditivos en la dieta habitual. “Todos lo tomamos en realidad, porque está adentro de un montón de alimentos. No es solo el adicionar edulcorante lo que está produciendo problemas de salud, sino que el edulcorante que está ya en algunos alimentos que consumimos”, alertó Crivelli. Recordó que van desde helados y yogures hasta una amplia variedad de productos ultraprocesados. 

La especialista diferenció los mecanismos de daño entre los edulcorantes y otros comestibles ultraprocesados. “Los edulcorantes afectan la memoria y la fluidez verbal. En cambio, los alimentos ultraprocesados afectan las funciones ejecutivas, que tienen más que ver con el razonamiento, la secuenciación, la velocidad de pensamiento. Entonces, actuaría por mecanismos biológicos diferentes”, explicó. Sobre los procesos detrás, apuntó que “el edulcorante altera lo que es la neurodegeneración y los procesos inflamatorios del cerebro, tiene como neurotoxicidad y los ultraprocesados generan lesiones cardiovasculares, lesiones en sustancia blanca. Combinados, porque en realidad son las dos cosas, es un efecto fuertísimo”. 

Crivelli también habló de la ingesta de alimentos ultraprocesados.

El debate también abordó cómo distintos tipos de edulcorantes podrían variar en sus efectos. Crivelli aclaró que “en todo tipo de edulcorantes, menos el stevia, que no fue evaluado. En realidad, no es que el stevia no tenga efectos sobre la cognición”. Además, cuestionó políticas previas que promovieron su consumo como saludables: “La FDA había autorizado el consumo de edulcorantes como algo que era saludable”. En cuanto a posibles medidas regulatorias, planteó la idea de desincentivar su accesibilidad, similar a lo ocurrido con el tabaco: “Se empieza a pensar cómo poder hacer más caros estos alimentos, hacerlos menos accesibles para la gente y a la vez hacer alguna política de hacer más accesibles los alimentos naturales".