Bill Gates, reconocido mundialmente por su legado tecnológico con Microsoft, dejó de lado este aspecto de su vida para enfocarse en problemáticas sociales como el cambio climático, la salud pública y la seguridad alimentaria. A través de su página web oficial, Gates Notes, comparte sus conocimientos y experiencia sobre cómo contribuir al cambio desde cada lugar y reveló que consume casi a diario un alimento rico en magnesio.
El magnesio es un mineral vital para el organismo, ya que desempeña varias funciones importantes, como mantener el funcionamiento de músculos y nervios, brindar soporte al sistema inmunitario, regular los latidos del corazón y mantener los huesos fuertes.
En ese sentido, el magnate reveló que consume mucho fonio, un grano ancestral fundamental para la alimentación en el este de África que se cultiva desde hace más de 5000 años y que posee una gran cantidad de propiedades nutritivas.
Es un grano pequeño, similar en textura al couscous, con un sabor parecido al de los frutos secos. Según Gates, es rico en proteínas, fibra, hierro, zinc, magnesio y vitamina C. Además, tiene diez veces más calcio que el trigo, lo que lo convierte en una excelente opción para fortalecer los huesos y mejorar el funcionamiento del cuerpo. Y lo mejor de todo, no contiene gluten, lo cual lo convierte en una alternativa ideal para las personas con celiaquía.
Cómo puede consumirse el fonio, el alimento "preferido" de Bill Gates
La versatilidad del fonio en la cocina es destacable. Puede utilizarse como reemplazo de la quinoa y el arroz, además de ser una excelente opción para hacer harina y preparar galletas, pan y pastas sin gluten. También se puede agregar a batidos de frutas y yogures para aumentar la fibra y mejorar el tránsito intestinal. Y no podemos olvidar su uso en caldos y sopas, donde aporta una textura espesa y nutritiva.
Además, el fonio es un alimento clave en la lucha contra la desnutrición en la región donde se cultiva. Su facilidad de siembra y cosecha, sumada a su valor nutricional, lo convierten en una herramienta fundamental para combatir este problema. Y no solo eso, su cultivo no afecta negativamente al planeta, ya que no necesita fertilizantes ni pesticidas que dañen la calidad de la tierra. Gracias a su capacidad de crecer en climas secos y pobres, el fonio se posiciona como una solución para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición global.