La constante renovación de los celulares cada 2.5 años resultó costosa tanto económicamente como para el medio ambiente. Así lo alertaron organizaciones especializadas en el impacto ambiental. Sin embargo, también remarcaron que existen alternativas más sensatas que podrían prolongar la vida útil de estos dispositivos hasta cinco o incluso diez años.
En este sentido, un estudio de CertiDeal, especializado en el análisis de las decisiones de compra, revela que la mayoría de los usuarios cambió de celular cada 24 meses debido a fallos de funcionamiento, deterioro de la batería, accidentes o simplemente el deseo de acceder a nuevas funciones.
No obstante, detrás de estas razones se encuentran prácticas de uso cotidiano que aceleraron innecesariamente el envejecimiento de los dispositivos. El uso de cargadores no originales o no certificados, así como dejar que la batería se descargue por completo antes de recargarla, fueron hábitos perjudiciales para la vida útil de los teléfonos, según detalló CertiDeal.
En lugar de considerar la compra de un nuevo dispositivo, es importante evaluar cuidadosamente diferentes factores antes de tomar esa decisión. Restauraciones de fábrica, eliminación de aplicaciones innecesarias o simplemente el reemplazo de la batería pueden devolverle a nuestro teléfono un funcionamiento aceptable.
Todos los consejos para alargar la vida de los celulares
Una campaña impulsada por Back Market e iFixit destaca que si extendimos la vida útil de un celular como el iPhone 13 a cinco años en lugar de los 2.5 habituales, podríamos reducir las emisiones de carbono asociadas en un 49%. Si ese uso se extiende a diez años mediante reparaciones periódicas, la reducción alcanzaría el 68%. Estos datos se obtuvieron a partir de informes medioambientales de Apple y estudios de emisiones de reacondicionamiento y reparación del Fairphone 5.
En lugar de desechar un dispositivo tras un primer fallo, la iniciativa propone integrar las guías de reparación de iFixit directamente en la plataforma de Back Market. De esta forma, los consumidores podrán intentar arreglos básicos como el reemplazo de la pantalla o la batería con kits de herramientas especializados.
Además del impacto económico personal, debemos tener en cuenta el impacto ambiental que conlleva la producción masiva de teléfonos móviles. Extracción de minerales, procesos industriales contaminantes y la generación de residuos electrónicos difíciles de reciclar eficientemente son solo algunas de las consecuencias negativas.
Es por esto que iniciativas como esta buscan prolongar la vida útil de los productos y presionar a los fabricantes para extender la disponibilidad de piezas y actualizaciones de software durante 10 años. A continuación detallamos que existen varias estrategias que pueden ayudar a extender el tiempo de uso de un teléfono:
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Reparaciones comunes: Cambiar componentes como la batería o la pantalla suele ser una forma eficaz de alargar la vida del dispositivo sin necesidad de reemplazarlo por completo.
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Protección física: Utilizar fundas resistentes y protectores de pantalla de buena calidad ayuda a evitar daños por caídas o golpes accidentales.
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Cuidado al cargar: Usar cargadores originales o certificados y evitar que la batería se agote por completo son prácticas clave para preservar su funcionamiento.
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Mantenimiento del software: Actualizar el sistema operativo y eliminar archivos o apps innecesarios mejora el rendimiento general del teléfono.
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Elegir reacondicionados: En caso de necesitar un reemplazo, optar por un equipo reacondicionado con garantía es una alternativa más sostenible y económica que comprar uno nuevo.