Sin el sol y con otro tipo de franjas: así fue la primera bandera argentina

La primera bandera argentina fue un emblema que se levantó con orgullo en batallas y enfrentamientos, cómo era y dónde se puede ver hoy en día.

02 de octubre, 2025 | 15.03

La bandera argentina es única e inconfundible: su color inspirado en el cielo y su emblemático sol de mayo en el medio la convierten en un ícono digno de reconocer en cualquier parte del mundo. Y aunque hoy en día el diseño inspira orgullo en cualquier situación patria, no siempre fue el mismo modelo. Precisamente, existió una "primera bandera" se utilizó en batallas y está expuesta en un museo como parte de la historia.

Se cree que esta pieza formó parte del patrimonio del ejército de Manuel Belgrano durante la campaña del Alto Perú en los primeros años del siglo XIX, y hoy se resguarda en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires. A diferencia del diseño que izamos hoy, este tenía dos franjas blancas y una celeste al medio, sin el emblemático sol y con la paleta de colores invertida.

Se sabe que la bandera llegó al territorio que hoy es Bolivia junto con las fuerzas de Belgrano poco antes de la batalla de Vilcapugio, en septiembre de 1813. Tras la derrota, Belgrano estableció su cuartel en Titiri, cerca de la localidad de Macha, donde junto al cura Juan de Dios Aranívar se decidió esconder dos banderas para evitar que cayeran en manos enemigas. Estas banderas permanecieron ocultas detrás de cuadros en la iglesia de Macha durante décadas, hasta que fueron descubiertas en 1883.

Con el paso de los años, y especialmente después del Congreso de Tucumán en 1816, la bandera se consolidó como símbolo de la nación en formación. Finalmente, en 1818, se incorporó el sol en el centro de la franja blanca para darle carácter oficial al pabellón. 

Lo que revelan los estudios sobre su origen y aspecto

La bandera atribuida a Belgrano, conservada en el Museo Histórico Nacional, mide más de dos metros de longitud y se cree que fue empleada como bandera de artillería o señalamiento militar, dados sus grandes formatos. Estudios históricos y de conservación indican que originalmente tenía los colores blanco en el centro y franjas superiores e inferiores de azul. Aunque el celeste tradicional aparece en muchas representaciones, investigaciones químicas efectuadas por Conicet y otras instituciones señalan que los extremos superior e inferior eran de un azul ultramar más oscuro que el celeste moderno.

 Después de ser encontrada, esta bandera sufrió deterioros por exposición ambiental, insectos y luz inapropiada; fue restaurada entre 2007 y 2009, y desde el Bicentenario de la Revolución de Mayo (2010) se exhibe en una vitrina especializada que permite control de iluminación, temperatura y humedad.