El sol entró en una nueva fase de mutación y la NASA alertó sobre los posibles efectos que podría tener esto sobre la vida en la Tierra. Precisamente, la mutación tiene un "avance alarmante" y su crecimiento veloz impactaría de forma negativa sobre nuestro planeta.
En el 2008, el sol llegó a su punto de actividad más débil y desde entonces todo fue en progreso, hasta el día de hoy que su intensidad preocupa a los científicos. Según los reportes, el Sol atraviesa actualmente el Ciclo Solar 25, un período que se repite cada 11 años, en el que se incrementa el número de manchas solares y de fenómenos asociados al intenso campo magnético.
Aunque se esperaba que la intensidad solar siguiera disminuyendo tras su mínimo en 2008, los datos muestran lo contrario: un aumento progresivo de actividad que podría desencadenar tormentas solares, erupciones y otros fenómenos del llamado clima espacial.
Los efectos potenciales sobre nuestro planeta incluyen riesgos para satélites y naves espaciales, exposición aumentada para los astronautas, así como posibles interferencias o daños en sistemas dependientes de señales radiales, GPS y redes eléctricas.
Cuáles son los efectos que ya se vieron en la Tierra
Un ejemplo reciente de estos fenómenos ocurrió en 2024, cuando una potente tormenta geomagnética provocó auroras boreales visibles incluso en zonas como México, tan alejadas de los polos. Por ahora, se estima que el próximo ciclo solar (el 26) podría comenzar entre 2029 y 2032, aunque las manchas solares actuales complican las predicciones exactas.