El terrible accidente que sufrió el rey Carlos III antes de recibir a Macron

El rey Carlos III sorprendió a todos con un ojo visiblemente lastimado y encendió las alarmas en la realeza.

09 de julio, 2025 | 17.50

Durante la visita de Estado de tres días del presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte a Gran Bretaña, el rey Carlos III llamó la atención por un detalle poco habitual: su ojo derecho se encontraba claramente enrojecido y con vasos sanguíneos visibles. Este hecho se notó durante el acto de bienvenida oficial, generando preocupación sobre su estado de salud.

Desde el Palacio de Buckingham aclararon que el enrojecimiento se debió a la rotura de un pequeño vaso sanguíneo en la noche anterior. Además, descartaron cualquier vinculación con otros problemas médicos, incluido el tratamiento oncológico que el monarca está siguiendo desde febrero de 2024, cuando se confirmó que tiene un cáncer.

En términos médicos, lo que sufrió Carlos III es una hemorragia subconjuntival, un derrame que puede parecer alarmante pero que usualmente es inofensivo. Este tipo de hemorragia puede ocurrir sin una causa traumática y puede ser provocado por acciones simples como un estornudo o una tos fuerte. Generalmente no requiere tratamiento y desaparece en una o dos semanas.

Este derrame no afecta la visión, aunque puede causar molestias leves como irritación, sensación de tener algo en el ojo, picazón o sequedad. A pesar de este incidente, Carlos III cumplió con su rol de anfitrión durante la recepción en el Castillo de Windsor, encabezando el ceremonial y mostrando plena capacidad para sus funciones.

Cómo fue el encuentro del Rey Carlos con Macron

El monarca recibió a los Macron en el estrado real de Datchet Road, mientras se realizaban salvas reales en Home Park. Luego, participó en una procesión en carruaje junto con el príncipe William y Kate Middleton, quienes previamente habían dado la bienvenida a los invitados en la base aérea de Northolt, al oeste de Londres.

Aunque el ojo rojo fue un detalle poco oportuno para una ocasión tan relevante, lo esencial es que no implica un problema grave ni está relacionado con el cáncer que Carlos III enfrenta tras su operación por hipertrofia de próstata. Un asistente real comentó en mayo: “Lo que uno aprende sobre esta enfermedad es que simplemente la controla, y es lo que él hace”.

Además, agregó: “La ciencia ha logrado avances increíbles en los últimos tiempos, y sinceramente no veo ninguna diferencia en él a de cómo ha sido siempre”. También explicó que el rey sigue las indicaciones médicas y mantiene una vida lo más normal posible: “Se trata de cumplir con lo que te dicen los médicos y vivir tu vida con la mayor normalidad posible, que es exactamente lo que él está haciendo”.

Pese a tener el ojo en mal estado, el Rey cumplió con sus deberes protocolares.