Llega la Navidad y con ella, los sabores que todos esperamos. Entre ellos, el pan dulce es un infaltable. Muchos creen que prepararlo en casa es complicado, pero estamos acá para demostrarte lo contrario. Esta receta de pan dulce casero es tu mejor opción para un postre navideño espectacular, con un sabor que le gana a cualquier versión comprada en el supermercado.
Si es tu primera vez en el mundo de la panadería navideña, no te preocupes. Esta guía es simple, clara y, lo más importante, infalible. Con ingredientes que tenés a mano y un proceso en solo 4 pasos, vas a lograr un pan dulce húmedo, esponjoso y cargado de frutas y frutos secos que va a ser el orgullo de tu mesa.
El secreto está en la masa: consejos para un pan dulce perfecto
El éxito de esta receta de pan dulce está en respetar algunos pasos claves. Primero, usar ingredientes frescos y de buena calidad marca la diferencia. Las pasas de uva remojadas en coñac o ron la noche anterior le dan un gusto increíble.
El segundo secreto, y quizás el más importante, es el amasado. Tenés que dedicar los 15 minutos completos a trabajar la masa. Este paso no es una sugerencia, es fundamental para lograr esa textura suave y elástica que tiene un buen pan dulce.
Por último, podés ser creativo con el relleno. La versión clásica lleva nueces, almendras, fruta abrillantada y pasas. Pero si preferís algo diferente, los chips de chocolate, el mantecol o los arándanos secos son alternativas riquísimas que van a hacer tu pan dulce único.
Ingredientes que vas a necesitar
Para la masa:
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500 g de harina 000
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2 huevos
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200 cc de leche tibia
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80 g de manteca
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60-100 g de azúcar (a tu gusto)
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30 g de levadura fresca
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Ralladura de 1 limón y 1 naranja
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1 cdtita. de esencia de vainilla
Para el relleno (a elección):
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Mezcla de frutas abrillantadas, nueces y almendras.
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Pasas de uva remojadas en coñac.
MÁS INFO
Tu pan dulce casero en 4 pasos sencillos
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Prepará la masa previa: En un bowl, disolvé la levadura fresca en un chorro de leche tibia con una cucharada de azúcar y dos de harina. Tapá y dejá reposar 15-20 minutos hasta que espume y duplique su volumen.
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Mezclá y amasá: En un bol grande, formá una corona con la harina, el azúcar y las ralladuras. En el centro, colocá los huevos, la manteca pomada, la leche, la esencia de vainilla y la masa previa. Integrá desde el centro hacia afuera. Después, amasá con energía durante 15 minutos en una mesada. Vas a notar cómo la masa se vuelve suave y elástica.
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Dejá levar e incorporá el relleno: Dividí la masa en dos bollos si querés panes chicos. Tapalos y dejalos reposar 30 minutos. Pasado ese tiempo, aplaná cada bollo suavemente, distribuí el relleno que elegiste y formá un rollo, integrando todo con cuidado. Colocalo en los moldes enmantecados.
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Leudado final y horneado: Tapá los moldes con un repasador y dejalos leudar en un lugar cálido por 1 hora. Precalentá el horno y horneá a 180°C por 30-40 minutos, hasta que estén dorados. Dejalos enfriar antes de desmoldar. Si te animás, podés decorarlo con un glaseado simple de azúcar impalpable y jugo de limón.
