Dónde queda el parque con castillos más famoso de Buenos Aires que parece Disney

Esta localidad es una de las más populares en el turismo bonaerense, ya que cuenta con un arquitectura única que lo coloca como un emblema de este tipo de expresión artística.

29 de abril, 2025 | 18.02

A tan solo 45 minutos de la Ciudad de Buenos Aires, en la localidad de González Catán, se encuentra un parque temático que ha sido apodado como el “Disney argentino” por su arquitectura de fantasía y su atmósfera de cuento de hadas. Este singular destino turístico fue creado por Antonio Campana, un empresario argentino descendiente de inmigrantes italianos, quien, tras superar una grave enfermedad en la década de 1980, decidió dedicar su tiempo a construir una aldea fantástica en un terreno del conurbano bonaerense.

Se trata de Campanópolis, un espacio que se distingue por su arquitectura ecléctica y su estética medieval, con torres, pasajes laberínticos, casas temáticas y callejones adoquinados que parecen sacados de un cuento. A diferencia de los parques de diversiones tradicionales, este sitio no cuenta con juegos mecánicos ni espectáculos, sino que ofrece una experiencia visual y sensorial a través de sus construcciones realizadas con materiales reciclados de demoliciones. 

Entre sus principales atractivos se encuentran el Pasaje de las Esculturas, el Molino Holandés y la Casa de Piedra, espacios que sumergen al visitante en una atmósfera mágica y atemporal. Cada rincón de Campanópolis fue concebido como una obra de arte, lo que lo convierte en una joya arquitectónica y cultural. ​

Este parque temático se ha consolidado como un emblema del turismo cultural en Buenos Aires y como un ejemplo de lo que la creatividad y la perseverancia pueden lograr. Campanópolis continúa siendo uno de los sitios más visitados del conurbano bonaerense y uno de los puntos que más intriga genera entre los turistas.

Parece Disney, pero es conurbano bonaerense: dónde queda el parque con castillos más famosos de Argentina.

Ruta Salamone: la curiosa historia detrás del circuito bonaerense que atrae a miles de turistas

El paisaje bonaerense de casas bajas y largas extensiones de campo, se ve interrumpido de pronto por monumentales construcciones, que asombran al viajero desprevenido. Se trata de la obra vanguardística de Francisco Salamone (1897-1959), un singular arquitecto que edificó más de 70 obras en tan solo cuatro años, en 28 ciudades y pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Por su osadía, monumentalismo y creatividad, su obra arquitectónica es recorrida por visitantes de todo el mundo, generando un circuito turístico que pone en valor a los pueblos del interior de la provincia.

La historia de Salamone y su vínculo con las localidades bonaerenses se remonta a principios del siglo pasado. Entre 1936 1940, el exgobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Fresco, impulsó un ambicioso plan de obras públicas en los municipios, con el objetivo de reactivar la actividad económica, exaltar la gestión gubernamental y apuntalar sus aspiraciones presidenciales. En ese contexto, las administraciones locales comenzaron a contratar en forma directa a empresas de servicios y profesionales, entre los que se encontraba el talentoso arquitecto Francisco Salamone.

Nacido en un pequeño pueblo italiano, en el corazón de la isla de Sicilia, Salamone emigró a Argentina con tan solo 6 años de edad. Cursó la escuela pública y, en 1916, egresó de la Escuela Industrial de la Nación Otto Krause como Técnico Constructor, con notas sobresalientes. En 1920, Francisco se diplomó de Ingeniero Arquitecto en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Las obras encargadas a Salamone por parte de los municipios bonaerenses incluyeron palacios municipales, cementerios,  mataderos, plazas, mercados, escuelas, luminarias y mobiliario urbano. Su prontitud, eficacia y originalidad alimentaron su popularidad en las distintas localidades bonaerenses, modificando para siempre su paisaje. 

En la actualidad, existe una gran cantidad de publicaciones y registros fotográficos sobre sus construcciones monumentales, impulsadas tanto por los sectores académicos como por el público aficionado. Es importante destacar que su obra arquitectónica es reconocida como Patrimonio Cultural e Histórico de la provincia de Buenos Aires, gracias a la ley provincial 12854/02; y como Monumento Histórico Nacional, tras la firma del decreto 1138/14. Además, en 2013 la provincia creó los Centros de Interpretación Salamone en las localidades de Laprida, Azul y Saldungaray, con el objetivo de conservar, promover y difundir la obra del arquitecto ítalo-argentino tanto entre los turistas como en el público local.