Camila Sosa Villada volvió a los cines con Tesis sobre una domesticación, nueva película de Javier Van de Couter que adapta la novela homónima de la autora y está protagonizada por la propia Camila y el actor mexicano Alfonso Herrera. Ella interpreta a una mujer trans ocupando el espacio que se supo ganar: es actriz, es prestigiosa, gana dinero, se casa y se lanza a adoptar un hijo.
La protagonista de Tesis sobre una domesticación tiene éxito laboral y personal, el sueño parece completo: la utopía familiar. La protagonista se desliza por esta tesis construyendo una nueva narrativa travesti que incluye el derecho al goce y la ambición, y se abre a una contradicción que podría cambiar su vida: ¿Cuál es el costo de sostener esta nueva e inesperada realidad? En diálogo con El Destape, el director Javier Van de Couter adelantó la película que ya está dando que hablar por su alto contenido erótico en pantalla, algo a lo que el cine argentino no está acostumbrado.
Una de las primeras cosas que llaman la atención en la película es su alto contenido sexual. ¿Cómo estuvieron planteadas las escenas de desnudos?
- En una parte del rodaje, para algunas escenas específicas, hubo una coordinadora de intimidad pero más allá de eso la puesta en escena de lo que se quiere transmitir en ese momento es algo que hablé profundamente con Camila (Sosa Villada) y con cada uno de los actores con los que tiene escenas de sexo. Muchas veces la coach de intimidad tiende a individualizar las charlas, pero yo soy más de compartir ideas entre todos y empezar a armar una coreografía sobre lo sexual y que todo el mundo sepa en dónde va a estar la cámara y cómo pienso filmarlo.
Es que la particularidad de la historia es que el sexo es la forma de comunicarse que tiene la protagonista, hay un valor agregado ahí, no es sexo porque sí.
- Sí, es una búsqueda que la completa a la protagonista. Después, más allá de lo técnico, las escenas se completaron con la actuación y con la entrega de Cami. Esta película tiene una carga erótica fuerte y no fuimos inocentes con eso, y el abordaje siempre de la estética de la película fue ese.
"Lo que más me sensibiliza de Camila es verla actuar"
Y en ese sentido, ¿cómo fue el trabajo con Camila Sosa Villada?
- La entrega de Camila fue absoluta y conoce la actriz desde sus entrañas, porque es un personaje que construyó en la literatura. Entonces, para mí la mirada de Camila es de mucha comprensión. Lo que más me sensibiliza de Camila es verla actuar.
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El debut de Camila en cine fue bajo tu dirección en la película Mía, ¿ahí se conocieron?
- Sí, hicimos Mía que fue la primera película de ella como actriz y mi debut en la dirección, y después hicimos en teatro una obra de Jean Cocteau, El bello indiferente. Esa obra era muy física y erótica, y creo que el teatro te prepara para esos desafíos y sobre todo para el encuentro y la comunicación con los actores. En cambio, en el cine es un proceso distinto.