Nicolás Pauls, íntimo: su serie documental y su trabajo en Casa de la Cultura de la Calle

El actor dialogó con este medio sobre su actual proyecto televisivo, la serie documental Embajadores. Nicolás Pauls también contó cómo es su trabajo en la asociación Casa de la Cultura de la Calle, fundada por su hermano Gastón en 2004.

11 de septiembre, 2025 | 11.21

Nicolás Pauls se encuentra en un ajetreado presente laboral: en octubre se estrena una serie documental que condujo para Canal á, Embajadores, y es parte de la obra de teatro Coherencia. En diálogo con El Destape Web, el artista conto cómo fue llevar adelante el ciclo que lo llevó a conocer diferentes culturas en Latinoamérica y relacionó al programa con su labor en la asociación Casa de la Cultura de la Calle, fundada por su hermano en 2004 y dedicada a reinsertar socialmente a niños vulnerados a través del arte.

¿De qué se trata Embajadores?

- Embajadores es un proyecto documental de programas en los que visitamos distintos destinos de Latinoamérica. En esta primera instancia vamos a estar presentando y estrenando a partir de octubre en Canal á seis capítulos: cuatro que hicimos en Uruguay, en Colonia y en Carmelo, y dos que hicimos en Paraguay, en Asunción y en San Bernardino. Es un programa en el que hablamos de cultura, de historia, de gastronomía, de arte, de música y de viajes. Me voy cruzando con distintas personas que son nuestros embajadores en cada lugar, son los que me llevan a conocer parte de la historia que cada lugar tiene. 

Me meto en algunas historias que han sido poco visibilizadas mediáticamente. Cosas muy urgentes, por ejemplo, en Paraguay me metí en una comunidad QOM de mujeres campesinas e indígenas en Santa Rosa, que trabajan mucho a través del alimento, con una bióloga en San Bernardino para hablar de la importancia de los humedales. también me meto en la música, en distintos lugares: en Paraguay entrevisté a la banda Purahéi Soul, que es maravilloso lo que hacen. El programa tiene mucho que ver con mi búsqueda a partir de los viajes.

En Paraguay hay una bioescuela popular que se llama El Cántaro y estuve ahí también; trabajan en la transformación social a través del arte, con educación, cultura, música y con mucho trabajo comunitario para sostener eso. 

Me imagino que en todo este recorrido te habrás encontrado con historias fuertes, emotivas. ¿Tenés alguna o algunas que te hayan llamado la atención por algo?

- El trabajo que hacen en la bioescuela me parece no solo muy hermoso y emocionante sino que también me conecta con un trabajo que yo vengo haciendo desde hace años con Casa de la Cultura de la Calle, acá en Argentina, una asociación civil que montó mi hermano. Ahí también se les da a niños y niñas clases de arte para una reinserción social. Entonces me sentí muy ligado al trabajo que hacen ahí. Igual me cuesta elegir alguna porque todas tienen algo que ver con lo que yo quiero contar. 

¿De qué se trata la asociación de Gastón, tu hermano?

- Casa de la Cultura de la Calle se hace desde hace más de quince años con el fin de la reinserción social de niños en situaciones muy, muy complicadas, y hacerlo a través del arte, de la música, la literatura, la fotografía, el teatro. Es muy hermoso todo lo que venimos haciendo desde hace muchos años. Yo vengo produciendo discos para la Casa de la Cultura; hice tres discos de canciones de cuna en las que los niños escribieron los textos de las canciones y yo convoqué a artistas de todo el mundo para que musicalizaron esas letras. Esos tres discos conmutaron con el amor de Luis Alberto Spinetta, Mollo, Fito, Miguel Cantilo y un montón de gente más que fueron parte.

Ahora estamos con un proyecto que se llama Canciones de Libertad, que también estoy produciendo, en el que los niños escriben ideas sobre la libertad y ya salieron tres o cuatro singles. Frijo, Neo Pistea, Benjamín Amadeo, Turf, Julián Kartún son algunos de los artistas que participan.

¿Cómo es trabajar con niños que fueron tan vulnerados? Me imagino que debe tener sus dificultades

- Sí, en mi caso yo llego a encontrarme con la labor de los chicos cuando ellos ya lo realizaron. Yo no asisto a los talleres sino que más bien a mí me llegan las letras ya escritas luego de todo el trabajo de los talleres. O sea que no tengo una conexión directa ahí, sino que tengo una conexión con la obra de los chicos ya realizada.

Pero bueno, las historias en muchos casos son muy hermosas: niños que en sus primeras clases de teatro no podían hablar por las historias miui tremendas de las que venían terminaron siendo con los años los maestros de teatro de los que ingresaban. Muchos de esos chicos escribieron letras que terminaron siendo elegidas por Spinetta, Mollo y se convirtieron en poetas: compusieron con artistas reconocidos mundialmente.

Como aparte de la asociación, ¿sabés si en el último tiempo se notó más marginalidad en la sociedad?

- No tengo la estadística pero sí sé que no ha mermado lamentablemente eso, que no ha bajado. Pero bueno, hay que seguir trabajando en ese sentido para, por lo menos, ayudar a que quien se acerca y tiene la perseverancia de continuar en los talleres encuentre que ahí hay una salida. Todo el tiempo se están buscando nuevos espacios y nuevas formas de reinserción de esos chicos. Es muy hermoso ver que chicos que no podían hablar lo empiezan a hacer.